Dando un vistazo a la casa de Rocío y Javi no es difícil adivinar que la ciudad de París, tiene un gran significado para ellos.
Los detalles de la boda también tuvieron pinceladas de París.
Su teaser de Boda debía tener el reflejo de esta ciudad y que mejor forma que con su tema musical.
Podéis comprobarlo en el siguiente vídeo.
Y es que Javi pidió la mano de Rocío en esta mágica ciudad.
Digamos que ¡hincó la rodilla a lo grande!
La anécdota fue de lo más divertida.
A quién no le ha pasado que en un aeropuerto empiece a sonar el detector de metales y no saber por qué está sonando.
Pues esto era lo que temía nuestro amigo.
Javi llevaba escondido el anillo de pedida de mano y al pasar por el detector de metales de seguridad, pasó auténtico pánico.
Afortunadamente para él, nada sonó y respirando hondo tomaron ¡rumbo a Paris!
Paseando por Campo de Marte en París
Bajo los pies de la Torre Eiffel se encuentra El Campo de Marte, unos jardines elegidos por los turistas y parisinos para relajarse y disfrutar de un momento de tranquilidad.
Hasta que llegaron Rocío y Javi.
Entre los nervios de la emoción del momento y el deseo de expresar lo que sentía en ese instante, Javi hincó su rodilla tan “a lo grande” que destrozó sus pantalones.
Es curioso como cuando escuchas las versiones de ambos, éste pequeño detalle casi pasa por alto en la versión de Javi y en la de Rocío, es motivo de muchas risas explicándonos como sucedió todo.
LA PEDIDA DE MANO
Versión de Rocío:
Fue una sorpresa que no me esperaba para nada.
Nunca imaginé que me iba a pedir que me casara con él!ni mucho menos!!
Y se puso tan nervioso que hincó la rodilla y se le rompió el pantalón. Fue super gracioso.
Imagínate mi reacción, entre la sorpresa y el ataque de risa al ver que se rompió el pantalón.
Como no teníamos el equipaje cerca, se tuvo que amarrar en la pierna un pañuelo que llevaba en el cuello, parecía que le habían dado una cornada.
El pobre pasó mucha vergüeza.
Versión de Javi:
Tenía planeada la pedida de mano, Rocío no sabía nada. Una semana antes preparé el anillo de compromiso y me lo llevé a París.
Habíamos reservado una visita nocturna a la Torre Eiffel y antes de subir le dije: vamos a dar una vuelta por los jardines. Nos sentamos en un banco a conversar. Cuando menos se lo esperaba, ZAS! me arrodillé y le dije:
“ eres para mí la mujer perfecta, ¿te quieres casar conmigo?”
En los primeros momentos Rocío pensó que era una broma.
Incrédula hasta que le puse el anillo, fue entonces cuando se emocionó.
Por cierto, al hincar la rodilla se me rajó el vaquero.
CONCLUSIÓN:
Detrás de una gran pedida de mano siempre hay una gran anécdota contada desde dos puntos de vista.
Si os ha gustado este trabajo, no dudéis en ver el resto.
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