La moda es lo que tiene, que va y viene, que sube y baja. Una cosa que no me gusta de la moda es que cuando algo se lleva lo ves hasta en la sopa y llegas a aborrecerlo un poco.
Es lo que le pasa al tartan, o sea los cuadros de origen escocés de toda la vida, yo desde que tengo uso de razón los he visto y han estado muy presentes en mi vida. La de veces que lloraba porque no quería llevar la falda plisada de cuadros con imperdible incluido para ir al cole y hacía rabiar a mi madre de lo lindo, tanto yo como mis otras 3 lindas hermanitas.
Pues ese famoso estampado de nuestra infancia que ha ido y ha venido a lo largo de la historia de la moda este año se ha implantado como nunca sobre todo tipo de prendas, accesorios, objetos de decoración e incluso en el mundo bodil de una forma rabiosa y parece que será una de esas modas que nos agotará de tanto verla, pero mientras tanto, chicas llenemos nuestras vidas de cuadritos.
Yo tengo que reconocer que el tartan siempre me ha gustado, tengo varias prendas y no dudo que en cuantito lleguen las rebajas alguna más caerá, aunque he de decir que también están saturando demasiado.
En el mundo bodil es un estampado atrevido y un tanto osado, hasta ahora tan sólo lo habíamos visto en las bodas escocesas a modo de faldita plisada en ellos y en ellas a modo de banda cruzada en su vestido. Pero hoy día que el tartan ya forma parte de nuestras vidas ha entrado más allá en forma de ligas, en la papelería de la boda, a la hora de vestir las mesas, en la pajarita del novio, uno de los guiños a esta moda que más me gusta, la verdad. Para esta época del año creo que es un estampado que queda muy bien si se ponen pequeños toques de tartan sin caer en la estridencia y lo ordinario.
Y tú, ¿Te animas a poner en tu boda un toque de tartan?
¡¡¡ Feliz Miércoles !!!
Besitos con Love
Fotos: Pinterest, Loverly, Green Wedding Shoes