Fotografía: Pablo Beita Photography
Precisamente por la emoción (y honor implícito) que esto significa, debemos saber comportarnos a la altura de la ocasión desde el inicio y hasta el final. Por eso, hemos preparado esta lista de cosas que hacer y que evitar cuando nos invitan a una boda:
Atenderás las indicaciones de la tarjeta de confirmación (RSVP)
Confirmá a tiempo, y por ninguna razón llevés a ningún acompañante a menos que se te haya indicado en tu tarjeta RSVP (y además lo hayás confirmado oportunamente). En caso de que tuvieras que cancelar de último minuto, debés hacerlo saber de inmediato a la persona o número de teléfono indicado como contacto de confirmaciones (Tarjeta RSVP).
Fotografía: Douglas Cedeño Fotografía
No te harás esperar
La única que tiene permiso de llegar tarde el día de la boda es la novia: PUNTO. Que si la ‘hora tica’, el tráfico, el calor, la lluvia, lo que sea…nadie que te haya elegido para asistir a su boda va a apreciar que llegués tarde en su día más importante. Salí de tu casa con suficiente anticipación: tampoco es que tenés bodas TODOS los sábados de la vida.
Fotografía: Douglas Cedeño Fotografía
Vestirás acorde con la ocasión
Cuidá los colores que vestís: por ejemplo si la boda es de mañana, entonces procurá usar colores claros y veraniegos. Los vestidos tipo coctel van muy bien con las bodas mañaneras. Si la boda es de tarde o de noche, lo más recomendable es que llevés un vestido largo, de lo contrario pasarás por inapropiadamente vestida para la ocasión o ‘underdressed’. Regla cardinal: NO usar blanco a menos que sea expresamente solicitado por los novios.
Fotografía: Pablo Beita Photography
Ayudarás en lo que podás, sin ser intrusiva
Siempre es útil tener un par de manos extra en momentos claves de la boda. Si tenés el deseo de ayudar, buscá a la persona encargada de coordinación y ofrecé tu colaboración. Si fuera necesaria tu ayuda, te lo harán saber de inmediato.
Fotografía: Douglas Cedeño Fotografía
Serás oportuna y educada
No te sentés en la primera fila de la ceremonia a menos de que expresamente se te pida. Estos lugares normalmente están reservados para los padres, familiares y miembros del cortejo nupcial. Usurparlos sería un gesto inocentemente ‘maleducado’.
No interferirás con el fotógrafo
No hay nada que le moleste más a un fotógrafo que estar listo para disparar la foto perfecta y que de pronto aparezca atravesado un molesto celular. Recordá que por más buena que sea tu intención y los megapixels de la cámara de tu celular, nunca se comparará con la calidad de una foto profesional, con la que podrías estar interfiriendo (sin quererlo, claro está).
Fotografía: Douglas Cedeño Fotografía
No harás preguntas ni comentarios incómodos
Durante el momento en que los novios saludan a sus invitados, las personas aprovechan para tener unos minutos de interacción de calidad con ellos y darles sus buenos deseos. Evitá tocar temas incómodos que pueden no estar definidos aún, tales como: ¿y dónde van a vivir? o ¿para cuando los chiquitos? Mejor aprovechá este momento para expresar tu gratitud de haber sido invitado a este momento tan importante en sus vidas y brindáles algún elogio de lo que más te ha gustado de la boda hasta el momento.
Fotografía: Pablo Beita Photography
Disfrutarás con clase y moderación
A nadie le gusta ver a la típica invitada que luego de un par de tragos cayó en total descontrol y se convirtió en ‘la comidilla’ de la fiesta. Podés disfrutar mucho, reír y bailar, siempre comportándote a la altura de la ocasión.
Honrarás el lugar que te fue dado
Una de las cosas más básicas de una buena invitada de boda es ser agradecida y honrar el lugar que los novios han querido darle. Por ejemplo, si fuiste elegida como una de las damas de honor, o fuiste invitada a la fiesta de compromiso / despedida de soltera: procurá honrar esos lugares de importancia que te han sido dados. Recordá que estas personas han podido elegir entre decenas de personas (familiares, inclusive) para ocupar tu lugar, y aún así te dieron el lugar a vos, lo menos que podés hacer es honrarlo.
Fotografía: Douglas Cedeño Fotografía
Expresarás tu gratitud con un detalle
Nunca, nunca …NUNCA vayás a una boda sin dar regalo o un detalle de afecto. Es de las cosas de peor gusto que pueden haber. Y el ‘regalo’ ‘presente’ o ‘detalle’ no necesariamente tiene que ser algo material o con valor económico. Si no está dentro de tu presupuesto personal comprar algo o regalar un sobre con dinero, entonces dar una tarjeta con una carta escrita desde el corazón será más que suficiente para esta pareja que destinó meses de su vida planeando el agasajo del que fuiste parte, y para el cual fuiste cuidadosamente elegida para asistir.
Fotografía: Pablo Beita Photography
No impondrás el regalo
En caso de que vayás a dar el convencional ‘regalo material’. Siempre es importante respetar la forma en que los novios solicitaron recibir sus regalos de bodas. Por ejemplo, si hicieron una lista de bodas en un lugar determinado, no es bien visto enviar un regalo comprado en otro lugar sin aprobación de los novios. O si solicitaron que los regalos fueran enviados a la casa de la novia, aparecer con el regalo el día de la boda vendría a crear un mini-caos de logística totalmente innecesario. Conculsión: Tomátelo muy en serio y respetá la forma en que los novios quieren recibir sus regalos.
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