Llegado el momento en el que una relación se encuentra en un punto positivo e idóneo para dar el siguiente paso, cada pareja toma la decisión de decir “Sí, quiero”, pero a veces -ya os digo yo- que esta decisión puede tomarse por otros motivos paralelos y variados. Aquí os dejamos algunos de ellos:
Por pura monotonía. La pareja se encuentra estancada en su relación, sin ningún tipo de aliciente y pretende dar toque diferente a su relación con la organización y planificación de este día tan especial.
Por la ilusión de las familias. Cuántas parejas no se sentirán identificadas con el hecho de que a ellos realmente les da igual o no vivir este día, simplemente deciden casarse por la ilusión que genera este día tan especial en sus respectivas familias.
Por formalizar su relación. Después de varios años de noviazgo, creen que lo más conveniente es casarse por convencionalismo y formalizar legalmente lo que ellos llevan viviendo independientemente durante años.
Por los hijos. Actualmente hay infinidad de parejas que deciden dar este paso en sus vidas porque tienen algún hijo en común y piensan convenientemente que deben darle una estabilidad.
Por la ilusión de uno de ellos. En muchas parejas, siempre hay uno de ellos que es más receptivo al hecho de casarse, que guarda la emoción por vivir este día tan especial, y que arrastra al otro (o no) a decir “Sí, quiero”
Por recaudar dinero. Todavía hay parejas que piensan que una boda es un negocio, y que por lo cual, celebrar este día les dejará algún cerito más en su número de cuenta.
Por amor. Esta es la posibilidad que más nos gusta, porque ella nos hace pensar que todavía hay un camino para la felicidad y para tener un compañero o compañero de vida que te haga sentir siempre mariposillas en la barriga con solo una mirada. Y pensarlo… ¿el “Sí, quiero” no debería ser siempre por amor?
Todos estos son motivos más que válidos para casarse y decir sí a una boda en vuestras vidas, y la verdad que nosotros los respetamos absolutamente todos, ahora bien, y pensar la respuesta, ¿cuántas parejas conocéis que realmente han decidido casarse porque simplemente se quieren o porque quieren gritar a los cuatro vientos que se quieren delante de todos sus seres queridos?
Nosotros alguna conocemos, pero sí creemos que debemos de ser conscientes de los diferentes motivos que nos pueden llevar a involucrarnos en una boda, a envolvernos en esta locura de organización, donde la paciencia, la comprensión y el amor deben de ser un complemento indispensable entre ambos componentes de la pareja.
Pensarlo y reflexionar.
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