Hay ocasiones en las que se cruzan personas en tu vida que llegan para quedarse. Normalmente cuando pasa esto suele ser en el ámbito personal, pero cuando pasa profesionalmente, la conexión suele ser muchísimo mas fuerte, y este, precisamente, es el caso de María José y Alberto.
Si tuviera que describirlos, sinceramente, no sabría ni por dónde empezar. María José es todo dulzura, desde el primer momento que nos conocimos hubo conexión, y es que no me cansaré de repetirlo una y mil veces, esa conexión se nota, y se nota desde el primer momento. Y de Alberto os puedo decir que es uno de los novios más divertidos y enrollados que he conocido en todo este tiempo.
Divertidos, cariñosos, atentos, una pareja extraordinaria, de las que estuvieron pendientes de nosotras el día de su boda en todo momento y ahí es donde ves a las personas de verdad, ahí es donde ves que esta profesión no es solo un trabajo, es un modo de vida y de conocer a personas tan maravillosas y tan lindas.
Ellos llegaran a nosotras por una de nuestras parejas del año anterior, Mireia y Alvaro, y este año haremos la deco de Mila y Jose, unos muy buenos amigos de María José e invitados de su boda, lo que nos hace confiar un poquito más en nuestro trabajo.
Tengo que reconocer que trabajar con María José fue muy sencillo. Todo lo que le enseñaba, le encantaba, y con ella los problemas no existieron, y aunque me pasaba mis propios informes, redactados por ella, para confirmar todo una y otra vez, tengo que decir que el trabajo siempre sale mucho mejor cuando ves que confían en ti plenamente.
La boda fue en el mes de agosto, y no tengo que recordaros que este año 2015 fue especialmente caluroso, por lo que el montaje que realizamos para el córner de limonada y sangría vino de maravilla a los invitados para refrescarse un poco hasta la llegada de la novia.
Una vez terminada la ceremonia preparamos un rincón en la entrada al cóctel con los protectores de tacón para que las invitadas estuvieran cómodas, que ya sabemos las chicas lo incómodo que es que se claven los tacones en el césped.
Y lo que no podía faltar en una de nuestras bodas es nuestro típico Photooboth con mobiliario, sillones, marcos, decoración floral y atrezzo, combinaciones que recrean una sala de estar en el jardín, que encanta a los invitados. Una máquina Polaroid y un libro para pegar las fotografías es lo que hace inolvidable ese momento.
Y para recordar momentos vividos con amigos, familiares y de ellos mismos, un tendedero de fotos en un rincón con nuestra bicicleta. Uno de los rincones de decoración que más gusta a los invitados, ya que se ven partícipes en la boda. Y en la cesta de nuestra bicicleta, colocamos unas chapas para los invitados.
Para los regalos de los invitados, un rincón con baúles y maletas donde colocamos jabones artesanales para las chicas, botellas de vino para los chicos y un detalles especial para las solteras, alfileres.
Pero antes de pasar al salón, un seating plan sencillo a la par que elegante con nuestro biombo vintage, en el que los invitados podían ver en las tarjetas que colocamos, su mesa en el salón.
Y como detalle final, decorando las mesas, nuestros centros de cajas y flor y tarjetas de agradecimiento, con un ramillete de paniculata para los invitados.
Una boda llena de detalles con unos novios maravillosos, unos invitados encantadores, con un ambiente mágico y lleno de mucho, muchísimo amor, una boda que en definitiva, no olvidaremos nunca, ni en lo personal ni en lo profesional.
Solo puedo dar las gracias a María José y Alberto por contar con nosotras en uno de los días más importante de sus vidas, por confiar desde el principio en nosotras con los ojos cerrados, por esas conversaciones “hasta las tantas” por Whatsapp, por las risas, las negociaciones…jejejejeje, por tratarnos como a vuestros propios invitados el día de vuestra boda, por ese detalle tan, tan, bonito, que hizo que se me saltaran las lágrimas justo antes de irnos, por dejarnos formar parte de vuestra nueva vida y por ser como sois, únicos.
Gracias y mil veces Gracias.
Os I loviuuuuuuuu!!!!!!!
Fotografía: Fotoalpunto