La Boda de Lucía y Kike, tenía que ser diferente. Habéis seguido los comienzos, los primeros días de rodaje los conocéis en una de las publicaciones de este blog, hasta llegar el gran día y ver entrar en casa de Lucía al diseñador de su vestido, Jesús Segado, no pude evitar esbozar una sonrisa porque hacía años que no coincidía con él, estudiamos en la misma escuela de Arte, pero él estaba un año por delante y ya por aquel entonces destacaba muchísimo por sus diseños innovadores, le recordé nada más verle.
Lucía había puesto en sus manos el diseño de su vestido de novias y captó su personalidad, el detalle del corte de las mangas porque era el estilo de sus camisetas preferidas, los bolsillos para saber qué hacer con sus manos …el personal bordado a mano escondido bajo el vestido…
Ésta boda ha estado llena de anécdotas, pero la más graciosa…y es que no puedo parar de reír y ahora recordándolo, fue cuando llegaron los invitados al cóctel en el Palacete de la Hacienda del Álamo, los responsables del catering Alabardero siempre muy atentos y con una profesionalidad increíble, esperaban la llegada de los novios con la recepción de un primer brindis de bienvenida.
Carlos, hermano de Lucía, era el chófer oficial del coche nupcial de la Boda, el brindis esperaba a los novios, a lo lejos el coche traspasa la puerta principal y se acerca donde todos le recibirían con las copas en mano, baja Carlos del coche y esperábamos que abriera la puerta de los novios, pero….cual fue nuestra sorpresa que se acercó a las copas del brindis preguntado, ¿y los novios, no están aquí?
¿Pero dónde se había dejado a los novios?, ¡qué situación más divertida, unos a otros llamándonos por si estuvieran con algún familiar o amigo, nadie sabía nada de ellos, nos olvidamos de los novios!!!
Lucía y Kike se entretuvieron saludando y en el momento de irse, allí no estaba su coche y Carlos viendo que estaban tardando pensó, conociendo a mi hermana se habrá ido en el coche de algún amigo. … ¿cómo llegaron al cóctel? …
He hablado del plantón del chófer y ¿si hablamos de garbanzos fritos? O del paquete de arroz que no hacía más que salir en las cámaras y es que la familia de Kike es de la Región Levantina y ¿cómo iba a faltar el arroz?!!! ¡Tanto pétalo de flores…aquí a tirar arroz como Dios manda!
Es asombroso el buen carácter y forma de tomarse las cosas, sois una pareja diferente. Felicidades por la forma de tomaros la vida y vuestro carácter y a ver si os toca alguna vez esa quiniela, ¿no?
La entrada La Boda fue evidente, cuando los garbanzos fritos se dejaron a un lado. aparece primero en QMIRAR.
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