Pati y Nacho se casaron el 28 de septiembre en Torremocha del Jarama, un lugar perfecto para una boda tan bonita y natural como esta.
“Yo iba vestida de David Christian. La verdad es que Paloma y María entendieron a la primera lo que yo quería, un vestido sencillo, cómodo, romántico… El cinturón color ocre, seña de identidad de ellas es una auténtica maravilla.”
“Del maquillaje y peinado se encargó Mayte Esteban. Tiene un pequeño taller de estética en Chueca. Mayte es joven pero con muchísimos conocimientos. Yo tenía claro que quería ser una novia con un maquillaje muy natural. Nada de eso de parecer 10 años mayor y Mayte dio en el clavo.”
“Los zapatos me los hice del mismo color que el cinturón en el taller de calzado Resán. Las coronas del pelo me las compré en Barry Twice. Y joyas solo llevaba el anillo de pedida de Suárez. El ramo, así como la decoración de la finca fueron obra de Búcaro.”
“La ceremonia fue en la Iglesia San Pedro Apóstol y la celebración fue en la Finca La Casa de Oficios. Una Finca rural maravillosa. Luisa y Paco son los dueños, son un matrimonio mayor encantador. Nos dieron todas las facilidades que quisimos como por ejemplo, el catering. Nos decantamos por Cibolette. Son increíbles. Todo salió a pedir de boca. Además, ellos trabajan con la empresa de DJ Dándote Ritmo, otros genios que hicieron que nuestra boda fuera genial.”
“La madre de la novia también llevaba una traje de David Cristian, impecable, impresionante. Y la madrina iba elegantísima con un traje fucsia que le favorecía muchísimo. La hermana de la novia, iba vestida con prendas de Barry White. Y mis mejores amigas no quisieron perderse el día mas importante de mi vida. Estuvieron conmigo desde primera hora de la mañana. El tocado de una de ellas es de Mimoki.”
“Nacho iba elegantísimo. Vestido con un chaqué azul marino obra del sastre Lander Urquijo.”
“Desde hacía un mes las previsiones avisaban que llovería, y no se equivocaron. Y aunque el mal tiempo era algo que días antes de la boda me agobiaba muchísimo, luego no fue para tanto. El cóctel estaba previsto al aire libre y tuvo que ser en interior. Y nos respetó a la hora de la salida de la Iglesia. Durante la ceremonia diluvió y Nacho y yo teníamos una sorpresa preparada para los invitados a la salida de la boda. Queríamos ir en sidecar de la Iglesia a la Finca, hay unos 3 km de distancia, y con la que estaba cayendo creímos que no sería posible, pero justo en el momento de salir, salieron dos rayitos de sol.”
“El momento sidecar fue divertidísimo. No sabíamos que una vez arrancado no podíamos pararlo o se quedaría tirado, y según salimos, Nacho, que lo conducía, hizo una parada estratégica. Pues bien, el sidecar no volvería a arrancar si no era conectándolo con las pinzas a otro vehículo. Nuestra fotógrafa, Jimena, de Volvoreta Bodas, nos dejó sus pinzas hasta que pudimos arrancar el sidecar de nuevo, toda una odisea pero divertido, divertido. Una vez en marcha de nuevo, empezó a chispear, a llover con algo más de fuerza, tanto que el paraguas que yo llevaba se rompió y nuestro amigo Gabriel Suárez tuvo que bajarse del coche que iba delante de nosotros para quitármelo para que yo fuera algo más cómoda aunque mojada…”
“Otra de las sorpresas de la boda que teníamos para los invitados fue la presencia de Francis Sax, Un saxofonista como la copa de un pino. Animó a todos los allí presentes, sin duda un reclamo espectacular. Y espectacular fue el photocall que nos preparó Jimena. Nacho y yo somos unos apasionados del deporte, no solo lo practicamos sino que yo en cierta medida me dedico a ello. Soy periodista deportiva. Po eso quisimos que la temática fuera esa. Un éxito rotundo.”
Espero que os haya gustado tanto como a mi. Tenéis inspiración para vuestra boda en todos los aspectos.
Muchas gracias a Volvoreta y a Pati por esta boda tan divertida!
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