Pero Jeroen y Annika son perfectamente reales y su boda en medio de los árboles también lo fue. Me ha costado mucho seleccionar sólo unas pocas imágenes de esta boda, porque todas y cada una estaban llenas de detalles, todas tenían un “algo” que contar, así que perdonad que el post sea tan largo. Os prometo que lo vais a disfrutar
Jeroen y Snnika se conocieron cuando eran dos adolescentes, en un campamento de surf. Noches a la luz de la hoguera, paseos en la playa… De vuelta a casa siguieron conectando y creciendo juntos, hasta que un día Jeroen le pidió a Annika que se casara con él durante un picnic junto a un pequeño lago. Una historia de amor tan bonita merecía una boda a la altura. Como ambos son grandes amantes de la naturaleza, querían una boda al aire libre en un día de verano, y por eso escogieron esta preciosa granja antigua. La verdad es que es una boda increíblemente sencilla: tiras de banderines, un ramo hecho por la misma novia (¿no os recuerda un poco al de Sonia?) y una decoración a base de tarritos de flores, cajas de madera y mesas largas para una comida familiar.
Y sonrisas, muchas sonrisas. La sonrisa radiante de Annika, las sonrisas cómplices de las damas de honor, la sonrisa emocionada del padrino… Porque, creedme, eso es todo lo que hace falta para que una boda sea perfecta.
Imágenes de Alice Mahran, vestido de Jenny Packham, localización Het Reirinck.