La gente del sector nupcial, en concreto restauración y organización, dicen que el 20%. La media de ausentes en una boda es esa. Incluso debido a esa maldita costumbre nuestra de vivir por encima de nuestras posibilidades y provocar esta crisis ese porcentaje ha aumentado un poco en los últimos años.
¿Nos fiamos de esa media? ¿Damos por válido ese 20% y empezamos a organizar nuestra boda de 100 invitados como si fuera para 80? No.
Al igual que no hay dos novios iguales no hay dos listas de invitados iguales. No podemos comparar, hablando de ausencias, a una boda con 300 invitados que a una con 60, no son lo mismo 300 invitados imprescindibles que 60 de compromiso.
¿Cómo calcular el porcentaje de ausencias en base a la lista de invitados? No existe una fórmula mágica. El truco para saber aproximadamente los invitados que fallarán lo tienes tú y está delante de ti mientras haces la lista de invitados.
Cuando escribes un nombre en una lista es porque sabes mucho sobre él. Es un nombre con apellidos y otro montón de cosas detrás. Por lo tanto, conocerás su lugar de residencia, su situación económica, su facilidad o dificultad para desplazarse, alguno de sus problemas… También sabrás si la relación que mantienes con él es tan estrecha que nada le impedirá ir o, por el contrario, si tú sabes que lo invitas por compromiso y él también sabrá que debe declinar la invitación. Por lo tanto desde el minuto 1 puedes hacer una estimación aunque, lógicamente, esto no es una ciencia exacta y siempre, siempre aparecerán imprevistos: gente que contabas que no podía pero al final puede, gente que te sorprende porque para ti eran imprescindibles y sin embargo te dicen un no rotundo, gente que te dice que no, luego que si y después que no y gente que no te confirma hasta el día antes…
¿Puedo yo hacer algo porque las ausencias sean las mínimas posibles? Sí.
No puedes coger a alguien, ponerle una pistola en la nuca y obligarlo a que este en tu boda (ni creo que quisieras hacerlo) pero si puede haber alguna ausencia que puedas evitar…
-Si aunque no te lo digan sabes que la ausencia se debe a la imposibilidad de hacer un regalo diles que nanai. Ellos se van de boda. Recuerda que los regalos por parte de los invitados aunque sea algo generalizado no deben ser obligatorios.
-Anuncia la fecha de la boda con mucho tiempo de adelanto. Puede que algunos te llamen exagerada pero otros seguro que lo valoran y pueden organizarse con tiempo: vacaciones, días libres…
-Si tienes muchos invitados que tendrán que desplazarse desde otras comunidades autónomas cuadra la fecha. Un fin de semana que el lunes sea festivo, una fecha en período vacacional, un festivo… Mira el calendario antes de decidir!
-Abre tu armario a esas invitadas que matarían por ir a tu boda pero su presupuesto no les llega para comprarse un vestido… Recuerda que eres la novia y que ese día no usarás ninguna prenda de tu fondo de armario.
-Facilita todo lo que puedas: pagarle una habitación de hotel a ese imprescindible o el viaje para que pueda asistir es una opción. Hay casos y casos, valora!
-Hazles saber lo importante que es su presencia en tu día. Gestos, comentarios, detalles… Logra que ellos se consideren mucho más que un nombre en una lista.
Haz todo lo que esté en tu mano, a tu alcance, todo lo que sea necesario… que si alguien que te importa ha decidido perderse uno de los días más especiales de tu vida sea sólo por decisión propia y a ti no te quede ninguna espinita dentro. Y sobre todo, no te preocupes ni obsesiones con ese porcentaje… Da igual que sea un 20%, un 0.1% o un 45% tú sabes, y sino te lo digo ya, que si hay algún porcentaje importante hablando de bodas es el 100% que sale de vosotros dos y ese otro porcentaje mayor que el de las ausencias (seguro!) que ha decidido ir a celebrar con vosotros vuestro amor.
Y que le den a los números! Que yo siempre he sido muy de letras!