El dia de hoy estaremos hablando del velo de la novia, ya que el velo es uno de los símbolos principales de toda ceremonia nupcial religiosa. Una tradición que nació como marca de pureza y que hoy recoge una función estética que se traslada, también, al ámbito de las bodas civiles.
En cualquier caso, los velos también están sujetos a los diferentes gustos y tendencias, y hoy en día encontramos estilos muy diferentes, con diferentes tejidos y varias opciones para portarlos.
Estilos para todos los gustos
La opción más clásica es recurrir al encaje y a la delicadeza de los bordados, con diseños muy elaborados que, por lo general, destacan por grandes caídas que se extienden a lo largo de la cola y que ganan protagonismo con su gran belleza.
En la misma línea que los velos de encaje encontramos los modelos decorados con pedrería y detalles en plata, una versión del encaje menos tradicional, perfecta para complementar vestidos de novia sencillos y discretos.
Para novias que desean lucir un look menos voluminoso pero sin renunciar a este complemento podemos recurrir a velos lisos, sin apenas detalles y complementos, salgo pequeñas ornamentaciones a base de lazos de raso y remates decorados.
En cualquier caso, también podemos escoger entre velos de caídas ligeras que acompañan al vestido y a la silueta de la novia o, por el contrario, grandes piezas de tul que parecen flotar sobre la novia.
En un recorrido por los años 50 encontramos un look nupcial elegante y muy sofisticado, perfecto para diseños de aires bohemios y vintage, que combinan con tocados de redecilla que hacen las veces de velo y que dibujan un estilo muy atrevido y lleno de personalidad.
Cómo llevarlos
Pero tan importante es la elección del diseño, como el estilo que elegiremos para llevarlo. Así, una vez más podemos recurrir a diferentes opciones:Estilo pirata. Uno de los más demandados en los últimos años, sobre todo para novias que se decanten por un look hippie o flamenco.
Doblado sobre el recogido. El estilo más clásico.. Recogido sobre el peinado, se deja parte del velo libre para poder cubrir el rostro de la novia.
Sobre el recogido. De un estilo similar, podemos enganchar el velo de una forma muy sutil sobre el recogido, haciendo parecer que solo está sobrepuesto, y sin cubrir a la novia. Además, una vez nos lo quitemos, podemos soltar el cabello y mostrar una gran melena u otro peinado diferente.
Cinta. Una variación del velo pirata, con un resultado dulce y romántico.
Corto. Por último, podemos recurrir a una opción clásica pero en corto, perfecta para acompañar vestidos sin cola.
Agradecimientos: Fotografías de Pronovias, Rosa Clará y The Summer Love