Si el viernes os conté aquí que era un día muy especial para mí, hoy no es una fecha menos importante en mi vida.
Os preguntaréis por qué, ¿verdad?
Justamente hace hoy un año que hicimos nuestro reportaje post boda.
Pocas fotos os he enseñado del post boda y poco os he contado de ese momento así que hoy me gustaría aprovechar el primer aniversario de ese día para enseñaros las fotos más bonitas que tengo junto a mi marido.
Pese a que hay muchas parejas que no hacen una sesión post boda porque creen que es innecesario volver a vestirse de novios, me gustaría aprovechar la ocasión también para contaros mi experiencia personal y las razones por las que creo que vale la pena que os hagáis un reportaje post boda.
Volver a poneros el vestido de novia. Quizá al novio no le haga tanta ilusión enfundarse en su traje pero para la novia es la excusa perfecta para volver a lucir su vestido. Yo he tenido la suerte de ponerme mi vestido en 5 ocasiones y os aseguro que no me canso de hacerlo y que cada vez que lo he hecho la sensación ha sido distinta.
Elegir vuestro lugar favorito. Podréis aprovechar para haceros fotos en ese lugar dónde os conocisteis, dónde os besasteis por primera vez o, simplemente, dónde os hubiese gustado haceros las fotos el día de vuestra boda. Nosotros escogimos Barcelona ciudad para nuestro reportaje, concretamente, la playa de la Barceloneta. Elegimos nuestra ciudad natal porque creemos que es una de las ciudades más bonitas del mundo y la playa de la Barceloneta porque allí fue dónde nos conocimos. Simple pero especial.
Nuevo Look. Es la oportunidad perfecta para tener un recuerdo de vuestra boda con un look más informal. Ya sea un peinado desenfadado o complementos más atrevidos o una denim o, incluso, unas botas de agua. ¡Haced lo que os apetezca! Aunque yo no soy muy atrevida en mi look, ese día aproveché para llevar el pelo suelto con una suave onda en las puntas, como lo llevo habitualmente, en lugar del recogido que lucí el día de la boda.
No hay reglas. No dejéis escapar la ocasión para hacer un Trash the dress o atreveros a hacer lo que se os ocurra y sepáis que no podréis hacer el día de la boda: desde bucear hasta correr en un paso de peatones o hacer auto stop. ¡Todo vale!
Nosotros finalmente no nos atrevimos a hacer un Trash the dress porque el agua estaba muy fría y yo tenía miedo de que el vestido pesase mucho al mojarlo pero bailamos en la arena, paseamos por la orilla e incluso nos metimos entre las rocas.
Hagáis lo que hagáis no olvidéis disfrutarlo al máximo. Ese día es ideal para revivir emociones sin sentir los nervios que se sienten en el día de la boda. ¡Dejaros llevar!
Y, sobre todo, si tenéis la oportunidad y os apetece hacerlo aún más especial, podéis hacerlo coincidir con una fecha importante en el calendario.
Yo lo hice coincidir con la fecha de MI CUMPLEAÑOS.
Fotos: Fotvik
¡Si, si, si! Hoy me hago un poquito más viejecita y por eso hoy es un día mágico, imposible de olvidar, aunque quisiera. Este año aún no sé cuántos regalos tendré pero os aseguro que el año pasado éste fue mi más preciado regalo de cumpleaños.
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