Ya estamos a mitad de semana. Qué rápido pasa el tiempo, ¿verdad?
Aún me quedan un par de semanas hasta que coja las vacaciones así que todavía estaré por aquí para amenizaros el veranito.
El post de hoy es diferente. Hace muchísimo tiempo que quería escribirlo, que mi verdadero yo me decía: "tienes que abrir tu corazón a tus lectores" pero, la verdad, es que durante estos meses me he debatido entre el deber y el querer. Querer ser sincera con vosotros o deber ser políticamente correcta para no crear con mis palabras una polémica.
¡Menuda cuestión!
Yo soy de las personas que piensan:
¡Ese es mi lema!
Así que me quedo muy sorprendida cuando veo que hay gente que opina sobre lo que dicen o hacen los demás sin aplicar ningún tipo de filtro. Desgraciadamente esto lo vivo tanto a nivel personal como bloggero (estoy segura que vosotros también) y empiezo a estar tremendamente cansada.
Cuando decidí abrir mi blog, cuando leía otros blogs (algunos muy conocidos, por cierto), no imaginaba que la competitividad era tan alta y que, incluso en algunos casos, esta competencia era desleal, desproporcionada e innecesaria.
No tengo nada que perder así que siento que ha llegado el momento de decirlo:
Existe un lado oscuro en los blogs
Algo que los lectores no ven, no sienten y, seguramente, igual que yo, cuando conozcan no entenderán.
Un blog se puede abrir por muchos motivos, puede ser personal o profesional, si algún día tú también decides abrir un blog, escribas por la razón que escribas, te pido un favor:
Vive, deja vivir y sé feliz
Parece obvio, ¿verdad? Pues no lo es. Así que te pido que no cuestiones ni critiques lo que hacemos otros bloggers, a menos que tu crítica sea constructiva, que no exijas ni te creas con el derecho de exigir lo que tú te exiges a ti mismo (y menos si no predicas con el ejemplo).
En la vida virtual, igual que en la real, a las personas, además, del estilo propio se nos diferencia por tener intereses, gustos u opiniones completamente distintas y hay que respetarlas. Cada cuál elije el camino que quiere seguir y lo compartas o no, hay que respetarlo.
¿Y por qué comparto hoy con vosotros esta reflexión?
Porque cuándo yo empecé en el mundo blogger también quise llegar "a lo más alto" pero descubrí poquito a poco que existe un lado oscuro. En ese lado oscuro, como ocurre en la vida real, hay envidias, estrategias, celos, obstáculos... ¡De todo un poco! Y creo que es justo que alguien te lo explique.
Yo no tengo nada que perder y por eso hoy te lo cuento.
Pese a descubrir ese lado oscuro, tomé la decisión de seguir con la aventura bloggera pero empecé a hacerlo desde otra perspectiva. No vivo ni quiero vivir para mi blog. Me gusta vivir mi vida real más allá de lo que ocurra en el mundo 2.0 y pienso seguir haciéndolo porque para mi mi vida real esta por encima de lo que ocurra en este mundo virtual.
Te preguntarás... y si piensas así, ¿por qué sigues en el mundo blogger?
Pues porque a pesar de mi reflexión, a pesar de la decepción, desilusión, enfado y experiencias negativas que viví hace unos meses y que me llevaron a tomar la decisión de replantearme que hacer con mi blog, me quedo con todo lo positivo que he vivido este último año y pienso continuar escribiendo porque hay una razón por la que me sigue gustando hacerlo. Y esta razón no es otra que compartir mis ideas, experiencias e intereses con vosotros. Para mi eso es mucho más importante que todo lo que ocurra en el lado oscuro.
Así que hoy os doy las gracias a vosotros, mis lectores, miles de gracias por no dejarme perder las ganas de escribir. Cada uno de vuestros mensajes o comentarios en el blog y redes sociales me devuelve la ilusión por continuar haciéndolo.
Gracias también a todas las bloggers y profesionales que, al igual que yo, conocen el lado oscuro pero no quieren formar parte de él.
Especialmente, gracias a mis chicas de la chupipandi 2.0 (si leen este post, ellas saben quienes son), a Sonia de My Wedding Lab por tenderme una mano recién aterrizada en este mundillo, a Pilar de Ir de Boda, Marina de Tormenta de arroz, Raquel de Las bodas de Raquel y Diandra de El diario de Diandra por ser siempre un amor, a todas las bloggers que estáis dispuestas a tenderme una mano dejando a un lado la competitividad o los intereses que tengáis. Pese a todo lo que explico, afortunadamente, sois muchas más de las que menciono las que me habéis regalado vuestro cariño des del principio y muchas más de las que hoy nombro en este post las que me habéis ayudado y me ayudáis sin esperar nada a cambio.
Este post es fruto de mi propia reflexión personal y experiencia. Con él no pretendo ofender a nadie. Sólo daros las gracias a los que me habéis apoyado y explicar lo que todos en el fondo sabemos que, igual que ocurre en la vida real, en los blogs también existe un lado oscuro que, personalmente, no comparto y del cuál no quiero formar parte.¿Te ha gustado? ¡Haz click más abajo y Compártelo!