La alianza que hace heridas era el modelo Lateral de Clemente Navarro. Y yo seguía empeñada.
Y yo decía que esas. Y mi chico que no. Y yo que esas o ninguna. Y me negaba a ir de joyerías. Sólo fui un día y me enamoré de unas de oro rosa… Rosas, a mi marido le cambió la cara y yo creo que en ese momento empezó a ver la alianza que hace heridas con otros ojos.
Pasaron los días y llegó el 18 de Octubre. Yo trabajaba todo el día y no coincidamos hasta por la noche (vaya! en eso no hemos cambiado!) y solíamos intercambiar correos electrónicos a lo largo del día.. De aquella ni wasap ni line ni leches. Y yo tenía que robar el ordenador a la jefa para leer los emails. Y el 18 de Octubre a eso de las 6 de la tarde yo entré en el despacho de mi jefa y mantuve la siguiente conversación.
-¿Me dejas el ordenador un momento? Es que tengo en el email unas plantillas de actividades que tengo que imprimir.
-Sí, siéntate. ¿Me voy?
-No, no si sólo es imprimir esto y me voy.
-¿Qué estás mirando? ¿Las plantillas te sacan esa sonrisa?
Y lo que estaba mirando, lo que me había sacado aquella sonrisa de tonta y estaba haciendo que me apeteciera abrazar a cualquiera que se me cruzara, mi jefa que era la persona más cercana era aquel correo que en el asunto decía “al final me has convencido…”
Y debajo esta foto.
Él había cogido su tarde libre y se había ido a recorrer joyerías hasta que había encontrado la que tenía aquel modelo. Y se la había probado. Y había decidido que sí. Y yo estaba allí, sonriendo, con ganas de salir corriendo y no trabajar más ese día. Con ganas de irnos juntos a tomar unas cervezas, que es como se celebran las grandes cosas. Porque esto era una gran cosa.
Y es que a veces las novias nos agobiamos con que nuestros chicos no ponen interés, no se involucran… y si lo hacen lo que pasa que nosotras queremos más. Es como cuando nosotras vamos con ellos al fútbol, nos involucramos pero no dejamos la voz en cada celebración de gol ni nos abrazamos a desconocidos… Ni entendemos porqué lo hacen… Ahora darle la vuelta y relacionarlo al mundo de las bodas. Se involucran, pero no les pidamos que se hagan frikys/fanáticos/locos como nosotras.. Ellos ya tienen el fútbol.