Ari y Nacho soñaban con una boda íntima, rodeados de sus amigos y familiares, libre de protocolos y compromisos. Sencilla, natural, auténtica, muy autóctona y con una decoración muy cuidada.
El escenario escogido para la ceremonia y celebración, fué Cal Visó, una masia catalana del siglo XVII de piedra y paredes blancas que se integra en un espacio de bosques que hizo que el entorno fuera sencillamente idílico. Tanto la pareja como parte de la familia se implicaron al 100% en muchos de los detalles del enlace.
Si hay un color que representa a la pareja es el amarillo en todas sus variantes; y éste, protagonizó indiscutiblemente la paleta de colores escogida para toda la decoración junto con el gris y el blanco. Nos basamos en materiales como la madera y baldosas hidráulicas para diseñar los espacios. Siguiendo con la misma línea gráfica de la invitación y de la minuta del menú, ideamos diferentes carteles que diferenciaban los distintos buffets del aperitivo, la degustación de postres y las diferentes zonas de la fiesta, como el Photocall o el Cigar Corner. Ambientamos el lugar con un original Seating Plan basándonos en el regalo de agradecimiento que entregaron a sus invitados, una original plantita crasa y que a su vez sirvió para la distribución de las mesas.
Disfrutaron de una desenfadada y divertida cena a cargo de las exquisiteces de Caravan Made, decorada con mesas imperiales, caminos de mesa de lino, cristalería amarilla tallada, cubiertos dorados, flores salvajes a cargo de Gang and the Wool, números de madera en crasas como meseros junto a otros elementos decorativos con los que conseguimos un espacio único. Como broche a la deliciosa cena, disfrutaron de un buffet de dulces con el que deleitó Lolitas Bakery.
Todos los invitados vieron reflejada la esencia de la pareja en cada uno de los detalles.
Tras el objetivo, Lara Lopez inmortalizó esta preciosa Boda y supo plasmar la magia de todas y cada una de las emociones que se vivieron.
¡Espero que os guste tanto cómo a mí!
Feliz semana ;)