Las Vegas no son conocidas sólo por el juego, sino que las bodas también cobran un papel muy importante. Por ello, podemos encontrar capillas por toda la ciudad e, incluso, en la mayoría de los hoteles importantes, a fin de que los turistas que acuden con esta intención tengan todas las facilidades para su realización. Aquí os dejamos algunas ideas sobre cómo puede ser la celebración y os señalamos cosas a tener en cuenta. ¿Queréis verlo?
Tipo de boda
Este lugar es escogido por personas excéntricas u originales que buscan un lugar excepcional y rompedor, donde convertir su enlace en una gran fiesta. Allí encontraréis ceremonias para todos los gustos, ya sean religiosas, civiles o temáticas. Lo más habitual es optar por éstas últimas, ya que Las Vegas es un lugar perfecto para cumplir cualquier tipo de extravagancia.
La más famosa es, tal vez, la típica boda en la que Elvis Presley es el encargado de oficiarla. No obstante, cualquier cosa que podáis imaginar puede llevarse acabo, ya sea una boda nudista o tenga lugar en un helicóptero. Un ejemplo claro fue la boda celebrada allí entre Alaska y Mario Vaquerizo, en la que el vestuario de ella era como el de Morticia Adams y el de él como el de el Rey del Rock and Roll.
También es frecuente que los novios alquilen limusinas para los traslados que puedan necesitarse durante el gran día, aunque aquellos amantes de los coches antiguos se decantarán por un Cadillac, que habitualmente suele ser en color rosa. Asimismo, no todas las nupcias tienen lugar en la zona de casinos, ya que algunas parejas prefieren realizarlas en el Gran Cañon o, incluso, sobre una góndola , como si de la misma Venecia se tratase.
Cosas a tener en cuenta
Si elegimos este tipo de celebración, tenemos que tener algunas cosas en cuenta para que todo salga perfecto. Para empezar, el presupuesto de la boda deberá marcarse con antelación. El precio de la ceremonia dependerá del tipo de boda escogido ya que, cuanto más innovadora y singular sea, más se elevará su precio. No obstante, tenemos que contar con el dinero que habrá que desembolsar para el viaje, el hotel y el vestuario.
Respecto a los trámites legales, basta con que los contrayentes tengan más de 18 años y, en caso contrario, deberá estar presente alguno de sus padres. Asimismo, habrá que pagar una licencia de matrimonio independiente de la celebración y aún más dinero si se quieren los papeles para validar el casamiento en el extranjero.