Los anillos de compromiso son uno de los detalles de boda que hay que elegir con cuidado y no es de extrañar. No importa cómo lo que pensemos acerca de los millones de quilates, o el tamaño de las piedras, estoy segura de que la mayoría estará de acuerdo: son anillos de compromiso. Son bonitas, brillantes y excelentes formas de expresión de uno mismo y del amor que se siente hacia la pareja. Así que lo más importante es que nos guste y nos transmita sentimientos.
Tipo de anillo
Lo que me lleva a mi primera pieza de asesoramiento. Con todo el agotador y cansado montón de cosas a organizar alrededor de la boda, deja el anillo de bodas es una opción simple. Al comprar un anillo de compromiso, hay una tendencia a pensar en los demás. ¿Qué dirán al ver el anillo? ¿Qué historia de compromiso diré cuando la gente lo mire? ¿Acabará el anillo como una reliquia? Pero el anillo de boda es sólo para ti, y la historia que cuentes es tan simple como el momento en que dijisteis los votos.
Tus gustos
Por simple, obviamente no quiero decir que tenga que ser un pedazo sin adornos de metal en la mano. Me refiero a preguntarte a ti misma lo que te gusta y concuerda con eso. ¿Deseas un recuerdo del momento? Ve a por él. ¿Quieres brillo? No te disculpes. ¿Quieres grabar un animal en él? Hazlo. Los anillos de boda son personales, y es una manera para marcar un momento importante entre tu pareja y tú. Averigua lo que te gusta y síguete a ti misma. Lo más probable es que nadie pensará preguntar sobre tu anillo de bodas hasta después de la ceremonia. Es mejor así.
Hazlo tuyo
Y finalmente, considera hacer algo para que tu anillo de boda se sienta más personal y unido a ti. Haz un grabado en el anillo con una línea de vuestros votos. Casi todos los días nos olvidamos de él, pero cuando las cosas se ponen difíciles, a veces es bueno sacar el anillo y recordar lo dicho ese día. También se ofrecen anillos con la huella digital de tu pareja dentro de ellos, como una manera de llevarlos contigo siempre.
En definitiva, tienes que elegir el anillo que más se adapte a tu forma de ser y que, sobre todo, te transmita sentimientos cada vez que lo veas. Es ante todo, un símbolo de amor.