El romanticismo queda plasmado en faldas con flores de relieve, diseños de un blanco impoluto y superposiciones de volantes.
Las líneas rectas se llenan de detalles vegetales que se mezclan con los encajes y brocados tan de tendencia en los diseños para novia para el próximo año. Los escotes asimétricos también siguen presentes, así como los cuerpos fruncidos.
Asimismo, las mezclas entre los colores básicos dan como resultado los vestidos más glamourosos y sofisticados.
Las mujeres reales que necesiten tallas más grandes no tendrán que renunciar en ningún momento a los modelos más elaborados de la casa de novias.
Fotos: Vogue
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