CANCIONES PARA LA SOLEDAD
Tú no sabes, no sabes
cómo duele mirarla.
Es un dolor pequeño
de caricias de plata.
Un dolor como un árbol
seco por la mañana.
Un dolor sin orilla
para dormir el agua.
Un dolor como el rastro
de la nube que pasa.
Tú no sabes, no sabes
cómo duele mirarla.
(Eugenio FLORIT)
APARTE
Sigue para todos
desdeñosa y fría,
y que un vago ensueño
sea el único dueño
de tu fantasía.
Me miras, y callas,
con rostro risueño;
en tu rostro cándido
que cosas diría
si no fuese un loco
e imposible empeño
que yo fuese tuyo
y tú fueses mía.
(Francisco A. de Icaza)