Mi color favorito es el morado en sus diferentes versiones tiene algo que me encanta, así que la lavanda es una de las florecillas que más me gusta con su romántica tonalidad y que casa a la perfección con tonos rosados.
Si queréis que vuestra boda esté llenita de lavanda podéis empezar por el ramo de novia, la podéis lucir tal cual o mezclada con rosas blancas o rositas, peonias o ranúculo. Si lleváis damas de honor, podéis jugar con el lila para lucirlo en sus vestidos.
Para los centros de mesa os aconsejo que la luzcáis en tarritos de cristal decorados con encaje y con un toque rústico en cajitas de madera, que como podéis comprobar se quedan preciosas.
La tarta nupcial también puede lucirla tal y como vemos en las imágenes, además si llevas macarons elígelos en morado, quedarán chulísimos.
¿Qué os parece éste tipo de boda?
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