La novia encargó la responsabilidad de su vestido a su hermana, diseñadora de la marca Adriola. Como es natural, a Mariola le hacía muchísima ilusión que fuera su hermana la diseñadora de su vestido.
"Me encantó la gran confianza que puso en mi, pues no había realizado nunca antes un vestido de boda, pero no por eso iba a rechazar ese gran honor. Me puse manos a la obra y diseñé un vestido que consideraba que era lo que mejor le sentaba a la novia, según su físico y lo que estaba acostumbrada a llevar habitualmente, para que se viera lo más natural posible y nada disfrazada", nos cuenta Adriana, la diseñadora.Consiguieron un vestido tan espectacular que iba sorprendiendo a los invitados a medida que iban pasando las horas en la boda, porque se iba desmontando y cambiando de forma. Mariola llevó un abrigo de lana y casemire con visón blanco en las mangas y en la capucha. La chaqueta y la blusa eran de crep y la falda de otoman de seda. ¡Una pasada!
Además, todo el vestido es reutilizable. El abrigo sin la cola se lo sigue poniendo a día de hoy, la chaqueta también, al igual que la blusa y la falda. Un detalle muy importante.
El vestido de las pajes también fue una realización de Adriola y lo que pretendieron fue que deslumbraran a los invitados, que al igual que la novia, trasladarán a todos a un mundo de fantasía. Y vaya si lo consiguieron.
Y como el novio no podía ser menos, llevó el chaleco de Adriola.
Una novia elegante, original y muy guapa.
¡Muchas felicidades a la pareja!
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