Esta es la sensación que tengo yo hoy, tendré mañana y que llevo teniendo varios meses. Con esta amiga del pueblo no he compartido bocadillos de nocilla, ni tardes de río, ni cicatrices en las rodillas… Con esta amiga del pueblo he compartido pasión por las bodas, varias charlas (aunque no sean en la plaza del pueblo) y un montón de momentos buenos mientras nos parecía que su boda estaba muy lejana. Mucho.Pero ya no,mañana se casa esta amiga del pueblo y ¿sabéis lo mejor? Que no sólo la conozco yo, la conocéis (seguro) muchas de vosotras y a estas alturas no es ninguna intriga saber quién se casa mañana. ¡¡¡Martina se Casa!!!!
Siiiiiii, ese es el nombre de su blog pero es que mañana su nombre se hace realidad…. ¡se nos casa la última de las Novias con Morriña!
Marina, esa onubense que es ya una imprescindible en mi vida se casa mañana con Mr.A. El famoso Mr.A del que yo soy tan fan.
Soy fan de los dos, de ambos individualmente y de ambos como pareja, como equipo, como uno.
Marina desprende salero, gracia, encanto, dulzura… Marina va siempre con una sonrisa puesta y con su melenaza al viento. Marina es esa chica encantadora que todo el mundo querría tener de amiga. Es esa persona que llega a tu vida y se planta en ella para quedarse (y si le pones una cervecita ya sí que no se va….!). Mr. A es esa persona que la complementa, que camina a su lado y que se ha metido en esa aventura de casarse con nuestra Marinita.
Juntos son esa pareja de historia de amor de película, del sí pero no, del nos gustamos pero pasamos de encontrarnos, de compartir cervezas como amigos, de acudir el uno al otro… Son una de esas parejas condenados a estar juntos desde que se conocieron. Y mañana se nos casan.
21 de Junio.El día que empieza el verano, el día que el sol brillará aún más fuerte en Huelva. Ese sol que será testigo de su boda, de su felicidad. No sé si Marina lleva velo, si lleva recogido o va con melenaza al viento, no sé si su vestido es de volantes o deslumbrará con un corte sirena… No sé nada de eso pero sé que Marina será una de esas novias que hacen que sus invitados exclamen un ¡ohhhh! cuando aparece y que hará que Mr.A tenga que contener la emoción (o no, que no hay cosa más bonita que un novio llorando y estos chicos se empeñan en controlarla!) cuando ella llegue a su lado. Marina dejará a todos boquiabiertos y ella misma se quedará boquiabierta al ver a su chico y es que Mr.A va a ser un novio de esos de revista, de los de cerrar un desfile de moda, de esos novios que hacen que alguien se acerque a la novia en algún momento y le diga “tú vas espectacular pero el novio está de quitar el hipo” y la novia sonría orgullosa.
Quizás mañana el día saldrá nublado pero siempre saldrá el sol. Por el norte decimos que los mejores días son aquellos que empiezan nublados así que Marina, si abres la ventana y no ves ese color azul que todas deseamos ese día no te desesperes… El color azul estará escondido esperando el momento justo para salir y brillar como nunca. Como nunca y como siempre. En él, sobre ese lienzo azul su compañero el sol iluminado como sólo se ilumina en Andalucía con esos matices dorados que sientan tan bien, que te sientan tan bien.
Mañana es tu día Marina. No te hará falta subirte a los tacones para sentir que no vas por el suelo… Mañana estarás en las nubes y lo mejor es que toda tu gente estará allí contigo. Mañana crearás tu propio universo, pararás tu mundo para después volver a ponerlo en marcha, mañana te quedarás sin respiración y harás que mucha gente necesite coger oxígeno cuando te vea. Mañana suspirarás y otros suspirarán por ti. Mañana puede que tus nervios aparezcan pero seguro que les das un taconazo y sigues adelante, mañana será el día en que Huelva sea un poco más mint, un poco más “color Marina”.
Ríe desde que abras los ojos sin pensar en eso que dicen algunos de que reír crea arrugas (benditas arrugas!!!), si llega ese momento en que las lágrimas amenazan con llevarse un poquito de tu rimmel déjalas que hagan lo que les de la gana, disfruta sin preocuparte si el pelo sigue en su sitio… Deja que Alberto te estruje sin miedo a que el vestido se arrugue, camina firme y decidida todo el día sin pensar en si se te engancha el vestido, baila hasta dejar el bajo del vestido gris.
Haz lo que te de la real gana. Sé que lo harás. Y las novias reales, las que transmiten, las que llegan, las que son las novias que todas quisiéramos ser son esas, esas que son ellas de novia. Ese es el mejor piropo que te van a decir (y seguro que no una ni dos veces) porque seas como seas de novia sé que tú serás “Marina vestida de novia”.
Arroja toda tu felicidad sobre Mr. A, cómelo y deja que te coma a besos, abrázalo, brinda con él, róbale tragos de esa cerveza que ha dejado posada mientras se sacaba una foto con sus amigos, tírale de la americana, hazle muecas, dile lo mucho que le quieres, guiñale un ojo de la que os cruzáis bailando…. Arroja toda tu felicidad y energía sobre él pero no te olvides de esos ratitos de felicidad con los que están contigo, con vosotros. No te olvides de esas miradas cómplices entre amigas, de esos abrazos que van llenos de años de amistad, de mirar a tus primos y pensar “cómo hemos crecido!”. No te olvides de dejarle los morros en la mejilla dibujados a tu madre y a tu padre al darle un besazo, sácale la lengua a esas niñas que quieren ser como tú, déjate llevar…
Déjate llevar. Y las horas pasarán muy deprisa pero cada 60 minutos irán acompañados de 60 (o más) emociones…
Déjate llevar Marina. Camina bajo el sol y baila bajo las estrellas. Y viceversa. Tú y Alberto formáis vuestro mundo dentro del mundo y mañana será una gran fiesta. Mañana vais a estar solos rodeados de vuestra gente, vais a parar el mundo y volver a ponerlo a rodar, vais a dar una de las vueltas más importantes de esa noria que es la vida y lo vais a hacer tan unidos y tan fuerte que todo va a salir perfecto. No sé si la perfección tal y como la entendemos existe en las bodas pero para mí la perfección en una boda son esas sonrisas enormes que iluminan la cara de la novia y del novio. Eso es la perfección. Eso es lo que verdaderamente importa, mañana y siempre; vuestras sonrisas. Sonreír mucho y bien, tan bien como lo lleváis haciendo todos estos años. Sonreír solos, juntos y con todas esas persona que mañana sonreirán por y con vosotros.
Sonríe. Sonreír. Hacerlo sabiendo que desde otros lugares hay más gente sonriendo por y con vosotros. Mañana a las 8 de la tarde somos muchos los que sonreiremos y nos tomaremos una cerveza por vosotros. Estar es posible sin estar y estaremos.