Las bodas de verano son mágicas, románticas y muy especiales debido a que las buenas temperaturas nos permiten celebrarlas en prácticamente cualquier lugar, ya sea una playa, un castillo, un bello bosque o un hotel situado sobre un acantilado, por ejemplo.
Pero, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de festejar bodas en verano?, ¿qué factores pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso? ¡Sigue estos consejos y todo saldrá perfecto!
A protegerse del calor
El tiempo está loco y no sería de extrañar que una boda celebrada en julio o agosto acabara pasada por agua. Sin embargo, el sol y las altas temperaturas suelen ser los protagonistas del verano.
Por ello, será primordial que, si festejas tu casamiento al aire libre, coloques varias carpas en las que los invitados puedan resguardarse del calor.
Elegir localizaciones que dispongan de amplios porches que proporcionen sombra también puede ser una excelente opción a la hora de organizar bodas de verano.
Mejor durante la tarde
A la hora de organizar las bodas de verano, lo mejor es celebrar estos hermosos acontecimientos por la tarde, ya que al mediodía el sol brilla con demasiada intensidad y el calor puede resultar agobiante y abrasador. Además, darse el “si, quiero” bajo el manto anaranjado del atardecer es realmente hermoso y romántico.
El vestido de novia ideal
Seguramente no quieres desmayarte en medio de tu propia ceremonia, ¿verdad? Para que esto no ocurra, huye del calor eligiendo vestidos con telas muy ligeras y fresquitas como la gasa y la seda que no te asfixien ni resulten agobiantes.
¡Avisa con tiempo!
Si no quieres que tus seres queridos planeen un viaje que coincida con la fecha de tu boda, avísales con tiempo de la celebración del evento, ya que son muchas las personas que escogen la época estival para hacer una escapadita. Entrega las invitaciones cuatro o cinco meses antes de la fiesta y no tendrás ningún tipo de problema.
Un regalo muy refrescante
¿Quieres empezar con buen pie? Sorprende a los asistentes al enlace con un abanico que les ayude a combatir el calor y con una limonada bien fresquita o un rico granizado de frutas. ¡Estarán encantados!
Un menú ligero
Las sopas frías, los gazpachos, las frutas, las verduras, los cócteles, los helados y los platos frescos y ligeros deberán ser los protagonistas de los banquetes de las bodas de verano. ¡A nadie le apetece comerse un plato de arroz caldoso en pleno agosto!
¡Qué viva el agua!
El agua es vida, y más aún durante el verano. Así que coloca varias fuentes en el lugar donde vayas a celebrar la boda y no te olvides de poner varias neveritas repletas de botellines a disposición de los invitados para que puedan beber agua fresca cuando lo deseen.
Si te vas a casar o, simplemente, te fascina todo lo relacionado con los casamientos, echa un vistazo a estas ideas súper originales para bodas.