Tengo tantas ganas de que termine el invierno de una vez que no puedo evitar mirar con avidez las bodas en la playa, los ice-cream bar, las sombrillas como regalo a las invitadas y una idea para el cóctel que cada vez me gusta más: polos.
Ya hablamos de los buffet de helados aquí, pero aquello era más el típico helado en crema tipo Häagen-Dazs, no sé si me explico. Hoy es la otra variedad, los típicos polos de palo.
Fíjate que me gustan hasta para el rincón de bienvenida. En ese momento del día nuestro rincón estrella es el puesto de limonada. Y si a todo el mundo a las seis de la tarde le apetece un vasito fresco de limonada, ¿por qué no un polo de zumo de frutas con un montaje bonito?. Eso lo dejo a vuestra elección…
El caso es que por lo que he visto no suelen ser los polos “normales”. La mayor parte de las ocasiones llevan dentro florecitas o trocitos de fruta natural, que los hace, si cabe, aún más apetecibles.
¿Y por qué no meterlos en el cóctel en forma de bebida fría no, helada?. Los pueden hacer de mojito, de margarita de sandía, de champán…ahí los sabores los elegís vosotros.
Bajo mi punto de vista tienen un inconveniente, pero es fácilmente subsanable: el calor. Imagínate con esas temperaturas en junio-julio, qué aspecto tendrán los pobres si no les hacen el caso que merecen…horrible. Pero para eso lo que se hace es colocarlo en cajitas llenas de hielo picado, o que sean los propios camareros del cóctel los que los pasen como una comida/bebida más. Así te aseguras que salen del congelador directos al cóctel y su aspecto será perfecto.
Y si no, también podéis optar por alquilar una de esas furgonetas vintage que los sirvan helados en cualquier momento.
Otra idea chulísima para las bodas 2014. ¿Te atreves?
Fotografías vía Pinterest.
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