Estos campos pertenecen a mi familia y si estais pensando: " jo, que suerte..." os diré que desde pequeña, cada año en invierno me obligaban a ir y colaborar en la recogida de las aceitunas, que suerte eh...
Y allá que ibamos toda la familia, con un madrugón que no te lo quitaba nadie y los coches cargados hasta los topes, ay que recuerdos...
Con el paso de los años he ido cambiando de opinión, claro, el campo me gusta, los olivos me gustan y el aceite de oliva ( del bueno) me gusta en las tostadas y en los jabones y si ese aceite es "de casa" mejor que mejor.
El otro día fuimos a ver como se presenta la cosecha de este año y aproveché para hacer algunas fotos
Ya falta poco para pegarse unos cuantos madrugones de fin de semana y pasar un poco de frio, jaja, tradición familiar que se remonta muchos años atrás ( antes de que yo viniera al mundo)
Y asi, el fruto de estos arboles, da forma a variados jabones para acompañar a muchas parejas en uno de los días más especiales de sus vidas.
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