La verdad es que todo fue un poco precipitado porque cuando llegó al estudio estábamos a menos de una semana de la boda en la que quería ponérselo y no tenía claro lo que quería. Tras las primeras pruebas se decantó por un canotier y entonces decidimos personalizarle uno con una base natural, cinta rosa fucsia y flores en rosas y verdes.
A ella le gustó tanto que decidió quedárselo en lugar de elegir la opción del alquiler que era su idea inicial.
Y así quedó…. ¡Espero que os guste!