¡Se acerca el día más feliz de tu vida!
Radiante, segura de ti misma, y sobre todo: enamoradísima. El rostro de la novia ilumina la ceremonia en cada boda, y estoy segura de que el brillo de tus ojos y tu sonrisa espléndida, serán el adorno principal de tu ajuar.
Tu cabello debe enmarcar tu cara de manera elegante y discreta, porque la atención de los invitados debe estar principalmente en tus facciones al momento del “sí”. Sin embargo, no puedes olvidar que, como foco de todas las miradas, ese es tu día para lucir hermosa y para sacar provecho de tu belleza.
Si tienes un cabello que luce sano, es decir, que tiene brillo y docilidad para acomodarse, a pesar de exponerlo al baile, el sudor y los abrazos, tal vez tu mejor opción es buscar un peinado en el que puedas llevarlo suelto. Pero ¡cuidado! Suelto no significa desaliñado.
La melena suelta es sumamente femenina y resulta también muy sexy cuando cae sobre tus hombros, especialmente en vestidos sin hombros y espalda descubierta.
Puedes llevarlo completamente suelto y peinarlo con ondas o alisarlo. Te sugiero que uses una diadema, una coronita de flores o una peineta para que puedas ponerte el velo. Añade un poco de crepé para darle más volumen a tu peinado.
Para permanecer peinada por más tiempo o para tener mayor comodidad, utiliza un estilo semirecogido.
Otra opción es que puedes acomodar tu cabello de lado y agregarle un tocado para que luzca diferente y más lindo.
Te recomiendo hacer pruebas previas y elegir la opción con la que te sientas más segura. Tu boda será un momento lleno de emociones y seguro que no querrás incluir el disgusto por un peinado que no sigue tu ritmo hasta el final. Ojalá puedas compartirnos una foto de tu peinado.
¡Nos vemos en mi próximo post!