Original, creativo y si es ecológico ¡mucho mejor!
Estos diseños además de bonitos son respetuosos con el medio ambiente, una combinación perfecta.
Este aceite de oliva es de El mil de Poaig, avalado por los expertos como uno de los mejores, de la comarca de El Maestrat en Valencia.
Con un packaging diseñado por los valencianos Culdesac hecho con láminas de cartón reciclado.
Este curioso packaging, diseñado para una colección de calzado ecólogico de la mano de timberland y po-zu se puede usar como semillero y luego enterrarlo ya que es biodegradable.
Y, siguiendo la misma idea, una buena forma de despedir el año ( el 2012, hemos llegado un poco tarde...) hubiera sido con unas uvas ecológicas en este packaging diseñado por gauzak elaborado con pulpa de fibra de lino y cáñamo, biodegradable, lo que permite usarlo como semillero y enterrarlo directamente.
Este vino procede de una bodega neozelandesa donde cultivan sus viñedos de forma orgánica y biodinámica. Crearon una edición limitada con un packaging donde todo es natural, desde la etiqueta hecha con madera y grabada con laser, hasta el cordón y la cera con la que la etiqueta va pegada.
¡Qué disfrute para los sentidos! ¿ no creeis? Cuando lo de fuera es bonito lo de dentro se disfruta mucho más.