Fue una ceremonia muy emotiva, el novio nos dejó sin habla a los presentes con un bonito discurso. Una boda llena de detalles, todo hecho con todo el cariño y esfuerzo.
La novia llegó en un antiguo y elegante coche negro, la entrada fue sonorizada por una fila de motos que dieron a todo gas.
Detalles como pañuelos para la lágrimas, de felicidad por supuesto, arroz de colores en probetas (podeis ver mi entrada: arroz blanco o de colores para lanzar que os puse ya hace algún tiempo, la receta para hacerlo), unos cuantos mini pomperos muy graciosos y letras gigantes con sus iniciales.
Pero quiero hacer incapié en el sitting, un romántico sitio con jaulas colgando con los nombre de los invitados en cada una, los nombres de las mesas eran famosos monologuístas, ya que los novios comparten esa afición y quisieron también compartirla con nosotros y nos amenizaron la cena con uno, que nos hizo pasar un rato muy divertido.
Y para terminar, unas zapatillas, que siempre agradezco, por que los tacones me matan
Muchas gracias Arantxa y José Vicente por compartir ese día conmigo y gracias por dejarme compartir vuestro día con mis, espero, lectores. Aquí os dejo alguna de las fotos que puede hacer ese día. Hasta la próxima ;)
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