En condiciones normales las bodas al aire libre tienen tendencia a ser frescas, luminosas y relajadas, por lo que tu maquillaje y vestuario deben encajar con el resto del estilo que has elegido para tu boda, en este caso es pertinente utilizar tonos pasteles, con sombras que le aporten frescura y suavidad al rostro, pestañas discretas y si te gusta el contouring debe ser muy ligero, labiales rosas, nude y terracota.
Este es uno de los escenarios en donde debes poner un poco más de atención al maquillaje, puesto que no solo se trata de definir el estilo adecuado sino también, debes tener en cuenta que las condiciones ambientales son un poco más exigentes. Si tu boda es en la tarde y todavía hay un poco de sol, seguramente vas a necesitar un maquillaje de alta calidad que a la vez no te haga lucir demasiado recargada, para lo cual debes realizar una buena selección de bases, polvos, sombras y delineadores a prueba del calor y el salitre; es importante que hables de esto con tu maquillista para que te de las mejores recomendaciones al respecto.
Para este escenario tanto las tonalidades frías como las cálidas son idóneas, aunque lo ideal es que te veas lo más cómoda y natural posible porque de todas estas formas el entorno te favorece.
Aquí es donde puedes aprovechar mejor los tonos oscuros que resaltan tus rasgos en fotografía, porque tienes la ventaja de estar en un lugar cerrado y seguramente muy bien ambientado, así bases, delineadores y rimel, estarán en su lugar, si es de noche es cuando puedes marcar mejor el contouring, delineados pronunciados, sombras oscuras, ahumados y pestañas pobladas; sin embargo debes decidir dónde colocar la fuerza, ya sea en los ojos o en un tono fuerte de labial, sin perder la consigna de que el maquillaje de novia debe ser delicado y elegante por lo que nunca se debe exagerar con la aplicación de los colores.
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