Aquí están algunas de ellas que debemos dejar de creer.
Mentira: "Si estamos realmente enamorados, no debería ser tan difícil"
Todas las relaciones requieren trabajo. La vida no es un cuento de hadas y las relaciones no son historias de amor que salen de los libros. Requieren un poco de cuidado, un poco de esfuerzo.
Mentira: "Si realmente me ama, sabrá por qué estoy enojada"
Nadie puede leer la mente. No esperes que tu pareja sienta lo que estás sintiendo o entienda lo que piensas cuando no le dices nada. Mantén siempre abiertas las líneas de comunicación en tu relación.
Mentira: "Si él me ama, querrá pasar todo su tiempo conmigo"
Estar juntos todo el tiempo no es sinónimo de amor. Haz lo tuyo de vez en cuando y deja que tu pareja haga lo suyo. El espacio es importante.
Mentira: "Tener un hijo fortalecerá la relación o matrimonio"
Una relación débil o sin fundamento puede debilitarse aún más con la llegada de un niño. E incluso si no lo hace, no hay pruebas documentadas de que se fortalecerá.
Mentira: “Si estás feliz con tu pareja, no deberías necesitar de nadie más”
Amigos, familiares, mascotas, incluso ese ex novio que ahora es un gran amigo, son adiciones importantes a tu vida. Una pareja no puede reemplazar a todas estas personas. Por lo tanto, no tiene sentido renunciar a tus amistades cercanas después de entrar en una relación.
Mentira: "Los celos son una señal de verdadero amor"
Los celos no son más que un signo de inseguridad y miedo. Si tu pareja no confía en ti, no hay ninguna base para la relación.
Mentira: “Tomar terapia para parejas significa que la relación está en problemas”
La ayuda profesional mejora las relaciones.