Hoy os traigo una boda muy bonita, de mi tierra Almería, celebrada el pasado 24 de mayo, y además os la va a contar la novia en primera persona, si como Gema quieres contar tu crónica en el blog, sólo tienes que escribirme a labodademaria.com@gmail.com o entrando aquí.
Y ahora si, os dejo con Gema:
Antes de saber siquiera que iba a casarme con Miguel, siempre me ha gustado mirar vestidos de novia por internet e imaginar como sería el mío. Siempre he tenido claro que mi vestido no iba a ser palabra de honor, quería algo que no fuera tan habitual. En cuanto a la forma, me gustan todos, pero siempre me han parecido más bonitos los ajustados a la cintura y con falda de vuelo (me gusta mucho el tul, creo que tengo un poco alma de princesa).
En mis investigaciones por internet mis vestidos favoritos siempre han sido los de Pronovias, aunque también me gustan otras firmas, pero se ve que lo llevo en los genes, mi madre también fue una novia Pronovias. Y un poco antes de fijar la fecha de nuestra boda vi un vestido de la colección 2013 que me encantó: el modelo Diosa. Me pareció precioso, elegante, y muy adecuado para mi futura boda militar. Pero claro, una cosa es verlo en internet y otra verse un vestido puesto, la cosa puede cambiar bastante.
Así que cuando ya sabíamos la fecha, acudí a una cita a Pronovias para poder ver vestidos y probarme mi adorado modelo Diosa, y por supuesto, fue el primero que me probé. A la cita acudí con mi madre y mi tía, y cuando me vieron con él puesto no lo dudaron , ni yo tampoco ¡era espectacular! Me probé algunos más para asegurarme pero me sentía disfrazada con los otros, así que así de rápido pude encontrar mi vestido. Es raro que le pase esto a una novia, porque la mayoría tarda mucho en decidir, pero lo mío se puede decir que amor a primera vista.
Mis zapatos fueron unos tacones blancos con plataforma, los cuales elegí con vistas a poder reutilizarlos después de la boda, y los compré en una tienda de mi barrio especializada en trajes de novia, novio, padrinos e invitados, S&V modas.
En mi vida diaria no uso pendientes, no me gusta, me veo rara, así que para ese día elegí unos pequeñitos de plata con unos pequeños brillantitos, que eran bastante discretos, pero muy bonitos.
Mi peinado fue un moño bajo con una trenza (quería algo acorde con el estilo diosa griega de mi vestido. En las pruebas que tuve dudé mucho con el peinado, entre un semirecogido y el moño, ya que casi siempre voy con el pelo suelto en mi vida diaria, pero cuando me vi con el moño me encantó. El moño iba adornado con una peina que me prestó mi suegra ( mi algo prestado) de brillantes preciosa.El velo que llevé también era de pronovias, un velo a conjunto con mi vestido, ya que llevaba el mismo encaje que este.
Soy una persona sencilla de gustos simples, y quería que mi ramo fuera como yo, sencillo. Por eso elegí un ramo de rosas blancas, y no me pudo parecer más bonito. El prendío del padrino (el novio no llevo por el traje que llevaba) era una mini rosa blanca con paniculata. Ambas cosas fueron de la floristería Flowers.
Miguel llevó su uniforme de gala del ejercito de tierra, (es teniente de infantería) que es un traje que me encanta porque parece un príncipe de cuento, y aunque lo ha llevado en muchas ocasiones anteriormente y lo llevará (cenas de gala, bodas de compañeros…) Ese día estaba guapísimo con él (como siempre).
La ceremonia se celebró en la Iglesia Santuario de la Virgen del mar, a las 5 y media de la tarde. Desde pequeña he querido casarme en esa Iglesia, está la patrona de mi ciudad y me encanta la fachada que tiene, siempre me ha recordado a un patio andaluz. Durante la ceremonia, que ofició el Pater Luis Miguel, (es un cura militar con graduación de teniente coronel) que fue profesor de mi marido en la academia de infantería de Toledo, cantó la el coro de la Hermandad del Rocío de Almería. A la iglesia llegué con el padrino (mi padre) en un coche que estaba incluido en la celebración del convite y nos dejó el hotel donde celebramos la boda, un precioso Rolls Royce, en el que luego nos fuimos mi marido y yo.
El pasillo de sables es una tradición en las bodas militares. Al finalizar la ceremonia todos los invitados salen a la puerta de la iglesia, donde los militares invitados a la boda forman un pasillo con sus sables en alto. Los recién casados pasamos por el pasillo y al llegar al final nos cierran el paso y no lo abren hasta darnos un beso. En ese momento en el que pasamos por el pasillo es cuando los invitados tiran el arroz y los pétalos de flores. Detrás de los novios pasan los padrinos.
Las fotos de preboda, del día de la boda y del postboda son de nuestra amiga y fotógrafa Estertroi (www.estertroi.com) El día de la boda realizó fotos en la ceremonia, al finalizar fuimos a la Alcazaba de Almería donde nos hicimos unas cuantas fotos, y también fotos en la celebración.
Ahora se lleva mucho realizar las bodas al airelibre y en grandes fincas. No me hubiese desagradado para nada que mi boda hubiera sido así, pero teníamos que tener un factor importante en cuenta: Los invitados. En la boda más o menos hubo unos 200 invitados, los cuales un porcentaje importante venían de otras ciudades y no sabían moverse bien por Almería, ni tenían casa donde alojarse. Por eso pensamos en celebrar la boda en la misma capital, y para facilitar más las cosas, en un hotel donde los invitados de fuera pudieran alojarse. Además así también facilitaríamos las cosas al resto, porque ya se sabe que en las bodas hay barra libre, y barra libre y conducir no casan. De esta manera podrían coger taxis o incluso ir andando a sus casas.
Teniendo en cuenta todo esto, escogimos el hotel Nuevo Torreluz situado en pleno centro de Almería.
-Celebración y regalo a los invitados.
El coctel tuvo lugar en la plaza, decorada con jarrones con velas en su interior ya que el coctel empezó a las 8 y media y ya había cada vez menos luz, por lo que escogimos velas en lugar de flores.
Una vez terminado el coctel, bajamos a los salones donde tuvo lugar la cena. Para personalizar laas mesas, el numero de cada una de ellas estaba dibujado detrás de una foto nuestra escogida de la sesión preboda que realizamos unos meses antes . Cada mesa tenía su propia foto personalizada y al final de la cena volaron, los invitados las cogieron para llevárselas a sus casas. El regalo o detalle que quisimos tener con los invitados se lo podían encontrar nada más sentarse en la mesa.
Siempre hemos pensado que para nuestra boda no queríamos el típico regalo que luego acaba en un cajón, queríamos algo útil y que no pudieran olvidar.
Mis invitados ya sabían que tengo leucemia mieloide crónica desde el año 2010. Pero soy una afortunada porque gracias a la investigación con una pastilla diaria y controles médicos tengo una vida normal. Soy socia de la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia y pensamos, ¿Porqué no donamos el dinero a la fundación?
La fundación tiene una tienda solidaria, donde venden cosas para recaudar dinero. Una de las cosas que venden es el símbolo que utilizan ellos para la lucha contra la leucemia, una pajarita naranja. Así que compramos una pajarita para cada invitado y esa fue nuestra forma de aportar el dinero para la investigación. Para explicarle a los invitados que habían sido ellos los que habían contribuido, diseñé con mi amiga Ester un punto de libro con una frase positiva de mis adorados Mr Wonderful por una cara y por la otra explicándoles que habíamos donado el dinero de los detalles de boda a la Fundación. El punto de libro además les servía de recuerdo y podían utilizarlo cuando leyeran un libro (una de mis grandes pasiones, la lectura)
Además de eso, para cada invitado pinté a mano unas pinzas de novios para que tuvieran algo hecho por mi.
Después de la cena mi cuñada nos hizo un video precioso con fotos de cada uno desde que éramos pequeños hasta ahora y en donde aparecían nuestros invitados.
Cortamos la tarta (con el sable de Miguel) y llegó el baile.
Pensamos y repensamos antes de la boda como haríamos el baile y teníamos que claro que no queríamos un baile ñoño ni soso, queríamos algo divertido que llamara la atención de nuestros invitados y recordaran para siempre. Así que nos pusimos de acuerdo con el dj de la celebración y montamos un baile en el que empezábamos bailando el clásico vals y luego trozos de canciones (soy una taza, danza kuduro etc.) El baile fue el éxito de la noche y al final todos los invitados se lo aprendieron y lo bailaron varias veces durante la noche con nosotros.
Durante la fiesta montamos un photocall. Compramos en el todo a cien gafas gigantes, narices de payasos, boas y además añadimos unos bocadillos con frases que hice la semana antes.
Los bocadillos los hice con cartón, los recorté dandole forma de bocadillos, escribí las frases con lápiz y los coloreé con ceras, y rotulador. Les pegué unas varas de madera como mango que compramos en leroy merlín y listo. Las frases las copié de las chapas para bodas de mis adorados Mr Wonderful.
También hicimos una mesa de chuches. Compramos cuencos de diferentes tamaños en Ikea y fuimos dos días antes de la boda al Makro a comprar kilos de chuches al por mayor. Compramos una pizarra en el todo a cien en la que escribí Candy bar con un rotulador blanco y el día de la boda mi hermana y mi mejor amiga se encargaron de montar la mesa.
Espero que os haya gustado su boda tanto como a mí. Muchas gracias Gema por todo, por tu interés y cuando regreses a Almería tenemos que hacer una quedada!!
By Issa