El 28 de febrero de 2018, Laia y José celebraban su paso por el Registro Civil. Nos hicieron partícipes de su felicidad, a lo grande, en los Jardines de K’sim (Benicàssim).
Los padres de Laia, Mireia Marqués y Manuel V. Vilanova, en el año 1983 decidieron abandonar el grupo teatral amateur al que pertenecían, Teatro Carbonaire, y fundar una compañía teatral profesional. Pronto se les unió Leandre Ll. Escamilla, estudiante de arte dramático en la ESAD Valencia y del Colegio Universitario de Castellón en el que lideraba el Taller de Teatro. En Castellón no existía una infraestructura teatral por lo que Toni Cots (Odin Teatret) les sugirió que investigasen en la dramaturgia de las fiestas populares valencianas e intentasen crear un mercado escénico callejero.
Así nació Xarxa Teatre y en apenas un año de existencia consiguieron realizar más de cien actuaciones por las fiestas de los pueblos de la comunidad valenciana. Cada representación era un aprendizaje de las posibilidades escénicas que aportaban la gente de la calle, la pirotecnia, las tradiciones, la música, los grandes espacios al aire libre y la itinerancia. Xarxa aprendió de su propia experiencia callejera aquello que sus directores no habían estudiado ni en la universidad, ni en las escuelas de arte dramático, y la combinación de ambos conocimientos, tradición y academicismo, abrió un camino artístico que les ha conducido a ser una compañía referente en el arte escénico de espacios abiertos en todo el mundo.
Xarxa Teatre es actualmente una de las compañías de “teatre de carrer” de mayor tamaño, y con más entidad, del mundo.
Laia Vilanova nació unos pocos años después de la creación de Xarxa Teatre. Laia creció en el centro de un mundo creativo, vibrante, inquieto, flexible, cosmopolita. De hecho, Laia es una mujer viva, alerta, hábil, ingeniosa y de rápida inteligencia. Más que intelectual es una mujer de acción con un buen sentido práctico. También es obstinada y lucha por conseguir lo que se propone. Evolucionar con unos padres tan abiertos, tan luchadores, y trabajando siempre en equipo, han propiciado que Laia tenga una gran personalidad y no le tenga miedo a nada.
Como no podía ser de otra manera, la celebración de su unión con José, su amor de hace muchos años, fue fresca, espontánea, con mucha magia y alegría. Eligieron los Jardines de K’sim, en Benicàssim: un lugar abierto, rodeado por la naturaleza y con muchísima luz. Las instalaciones eran perfectas para este festejo y permitieron, a los muchísimos invitados que nos reunimos allí, el disfrute de un día perfecto, en el lugar idóneo.
Todo lo anterior sin olvidarnos de la fantástica gastronomía que tuvimos ocasión de disfrutar. La cocina de K’sim estuvo a un nivel muy alto.
Los magníficos aperitivos, servidos en los jardines:
Snack cruixent de remolatxa; Bombó de foie amb mango; Coca fumada d’anxova i pebrera caramelitzada; Minipizza de xoriço i alfàbega; Finger de creílla amb escuma de llima; Torrada d’oli d’oliva verge amb formatge d’Almedijar; Caviar de daurada amb taronja; Cevitxe de daurada amb taronja; Aladroc adobat amb maionesa de kimxi; Dla d’au setinada a la diablessa; Llagostí amb cruixent de coco; Boletes de pollastre amb formatge, all i jolivert; Croqueta d’arròs negre amb allioli; Consomé amb mandonguilleta de carn.
Aparte, un generoso y variado buffet de formatges.
A continuación pasamos a un salón totalmente acristalado, y rodeado de vegetación, donde nos sirvieron la comida:
Ya de postre, una Orxata amb fartons i crema de mandarina:
Y claro, como no, no podía faltar el “Pastís Nupcial”:
Un día único e irrepetible