Nos encontramos en Casa Rosalía, a dos pasitos de nuestro estudio, con el doble propósito de hacer honores a la deliciosa comida de este restaurante, y a ver si Aitor nos permitía sacarle unas fotos.
El pequeño nos recibió con una mirada amplia como un sol; pero cuando vio la cámara, corrió a esconderse tras la espalda de Isa.
-¿Ves, -me dijo ella- Tal como te dije antes, no le gustan las fotos. Te va ser difícil sacar algo de él. Por eso es que a estas alturas, apenas tenemos fotos del niño.
Y a mí me dio la risa tonta, porque Aitor, al verse “castigado” entre la mesa, la comida y yo, tuvo la ocurrencia de esconderse por detrás de los cubiertos.
En casos como estos, lo mejor es no forzar las cosas y buscar la confianza del niño. Y así lo hicimos. Unos chistes, unas vieras, unas croquetitas crujientes y total indiferencia hacia su furibunda mirada, obraron el milagro. Muy pronto, Aitor quiso saber cómo funcionaba la cámara y luego quiso verse dentro de la pantallita de atrás. Y a partir de entonces, fue mío.
Pasamos una tarde tan bonita como sabrosa es Galicia, con sus paisajes, su irresistible comida y las vistas únicas que disfrutamos junto a las cascadas de Ponte Maceiras.
La entrada Isa, Chus y Aitor de viaje por Galicia fue publicada primero en Fotografos Coruña y Santiago. Susana Paz.