No sé si todo fue planeado según las intenciones de hacer una gala más austera, dada la delicada coyuntura internacional (crisis políticas como la que sacude a toda Europa u Oriente Medio, o financieras, como la de Grecia) o que simplemente, 'todo coincidió' y esta vez, la gala lució mucho menos, pero todos nos hemos quedado un poco 'así' tras ojear una y otra vez los estilismos de las celebrities más conocidas.
Armani vistió a una Penélope Cruz ya inusualmente clásica. Estilo que defendió enfundada en un traje que fue de los mejores de la noche.
El Dior de Natalie Portman. Una preciosidad, seguramente, si no fuese por las 'motitas' que lo adornaban y que le hacían desmerecer un poco, en mi opinión...
Las grandes firmas, a pesar de ser eso, 'grandes firmas', no siempre lucen
El ya archi famoso verde menta, también llamado verde agua,
Angelina, con un Versace espectacular, también tenía su 'pero'. El de la ranura gigantesca en la falda, quizá excesiva, y que dejaba mostrar una pierna excesivamente delgada.
Este vestido , de Giambatista Balli, que lució Emma Stone, probablemente, de los más bonitos de la noche y no puedo ponerle ningun pero. Quizá uno, pequeñito...que una pelirroja, con vestido rojo ¡llama demasiado la atención! Por la carencia de contraste, digo...
Todas las imágenes son de Vogue.es
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