Hacer pompones es de lo más sencillo aunque requiere un poco de paciencia y sutileza. El papel de seda es muy delicado y se puede romper con mucha facilidad.
Los materiales necesarios son: papel de seda (evidentemente), tijeras y cinta o cuerda. Este que veis en la imagen concretamente es de los chinos y me ha costado 79 céntimos (10 capas).
Lo primero que tenemos que hacer es colocar todas las capas, una encima de la otra y doblar hacia atrás y hacia delante en forma de acordeón de unos 2-3 cm de ancho hasta que se acabe el papel y tengas una tira larga. En mi caso, he formado 7 pliegues.
Lo siguiente es anudar una cinta o cuerda fina justo en la mitad de la tira.
Con unas tijeras, cortamos las extremos de forma curva o redondeada. Es más cómodo y quedará mucho mejor si cortamos de dos en dos. A continuación, desplegamos ambas mitades en forma de abanico y separando cada hoja una por una, las llevamos hacia el centro cuidadosamente para no romperlas. Poco a poco, los "pétalos" irán cogiendo forma. Para que no os liéis, es mejor que hagaís primero una mitad del pompón y luego la otra.
Y... ¡Voilá! Ya tenemos listo nuestro pompón. Se me olvidaba decir que todo el material ha dado para dos pompones así que cada unidad por 40 céntimos está muy pero que muy bien y la satisfacción de haberlo hecho una misma, no tiene precio.
Podéis hacer pompones de varios tamaños y también de diferentes colores. Colocados en forma de girnalda, separandos haciendo una cortina o todos juntos como un centro de flores, las posibilidades son infinitas.