Desde el primer momento teníamos claro que queríamos un lugar donde poder sentirnos como en casa, y sin duda alguna nuestra elección fue todo un acierto. Asier desde el primer momento nos abrió sus brazos, y nos facilitó todo. Porque aquí la señorita quería hacer cada día una cosa diferente.
Para hacer el sitting plan, elegimos unos dibujos con temática marinera. Todos los carteles, los colocamos en unos pales pintados, y decorados con flores.
Cada mesa, tenía su correspondiente dibujito, junto con una frase, que decía lo siguiente:
Y por lo tanto, sus respectivos nombres en cada una de esas piedras.
Como podéis ver las mesas estaban perfectamente decoradas y ambientadas, con flores frescas, manzanas y pétalos de rosas.
En el pasillo de los baños, también pusimos una cestita con un “Kit de emergencia para bodas” en el que podíamos encontrar: laca, peine, horquillas, hilos y agujas, imperdibles, caramelos, tiritas, colonia, desodorante…
Y como no, un Candy bar, para la barra libre, donde no paramos de bailar gracias a Anton, de Play Dj.
Tampoco podía faltar el punto de humor con un divertido Photo Call. Para ello preparamos carteles con mensajes y complementos de disfraces. ¡Un acierto!
Ya os adelanté en el capítulo anterior, que creamos un álbum en Wedshoots, y en la barra libre, aprovechamos y empezamos a proyectar todas las imágenes que subían los invitados al álbum.
Para llevarnos otro recuerdo de este día y tenemos presente todos los días, en vez de hacer un libro de firmas, hicimos un cuadro de huellas de colorines. ¡Precioso!
El lunes un nuevo capítulo con los regalitos que hicimos, y que nos hicieron.
¡Y a seguir llorando!