Lo más importantepara decorara una boda campestre, como es de esperar, es el entorno: un espacio al aire libre, rodeado por vegetación. Así, podemos distribuir a lo largo de una explanada un espacio con sillas y un pequeño altar para la ceremonia, una pequeña barra para el cocktail y la fiesta posterior, y otra zona con mesas para el banquete.
Eso sí, la decoración de la boda campestre en las mesas debe ser simple pero detallada. Las flores silvestres siempre serán un acierto, así como pequeños adornos en madera, jarrones de troncos..
Para la comida, podemos optar por un gran buffet. Además de resultar más económico, cada invitado podrá disponer a su antojo de la comida y se producirá un ambiente más distendido y cercano. Además, podemos poner una gran mesa con los clásicos pasteles de mermeladas que tanto nos recuerdan al campo y a los pueblos.
También podemos ambientar la zona con una decoración sencilla como simples banderines, carteles de madera que indiquen la dirección de cada espacio o un pequeño rincón adornado con flores silvestres donde cada invitado pueda escribir una pequeña nota a los novios.
Por último, desde el primer momento se ha de anticipar a los invitados sobre el tipo de boda al que van a acudir, por lo que las invitaciones son la mejor opción para hacer una demostración de ello.
Como veis, se trata de una decoración muy simple y poco elaborada, pero muy entrañable y acogedora. ¿Qué os parece? ¿Os atreveríais con algo así?
Fuentes: Salt Lake Bride and Groom, MountainSide bride y The Sweetest Ocassion