Hannibal Laguna posee un peinados de la pasarela con los volúmenes mediante tupés cuadrados más altos en la parte delantera, que van decreciendo hacia la coronilla. El cabello de los laterales y la parte inferior se recoge dentro del tupé dando la impresión de un cabello corto.
Ana Torres nos deja la propuesta de un peinado de la pasarela más romántico con un moño de bailarina trenzado. Se trata de un peinado con el pelo recogido, muy pulido, que evoca a las princesas de la época medieval.
Franco Quintans se decanta por la naturalidad como máxima. Para ello, apuesta por una coleta muy tensa, con todo el pelo hacia atrás. El pelo que cae irá planchado para conseguir un efecto de extra liso y enroscaremos el cabello al rededor para taparla goma.
Los recogidos caídos en la nuca continúan presentes gracias a Charo Peres. Sin embargo, la diseñadora los reinventa terminándolos en una trenza plegada sobre sí misma.
En el desfile de Paula de Vas pudimos ver el moño de bailarina de siempre.
La Boheme prefiere una melena muy cardada, hacia atrás y otorgándole la mayor parte del volumen en la parte separada de las raices.
El más atrevido ha sido Miquel Suay, con un recogido muy tirante de ilusión cónica que termina en una coleta.
Emperatriz apuesta por un clásico tradicional de la elegancia: el moño italiano. Sin embargo, lo reinventa con un tupé muy abultado sobre la frente.
Fuente: ELLE
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