El otro día Marta me contó que tenía una boda y que se había hecho para la ocasión un vestido y un canotier a juego.
Resulta que desde hace algún tiempo no paraba de recibir invitaciones a bodas ante las cuales se volvía un poco loca buscando un look perfecto.
Quería que su vestido fuera diferente al del resto para no verse en el aprieto de coincidir con alguien, pero que a la vez preservara ese punto de elegante sencillez que hace brillar a una invitada sobre el resto. Estaba empeñada en que no quería sacrificar la calidad de los materiales ni del acabado, pero debido a que tenía bastantes citas bodiles necesitaba algo medianamente económico.
Total, que estaba en un continúo dilema porque le resultaba difícil de encontrar algo que cumpliera todo aquello que deseaba...
En estas se encontraba cuando se le encendió la bombilla y visualizó la idea de una firma de vestidos para invitadas que cumpliera con todas estas necesidades y simplemente se lanzó a por ello.
Así nació MaYo y el fin de los quebraderos de cabeza de muchas invitadas.
A estas alturas del año, la manga larga es la solución para no tener que buscar algo que echarse encima que combine con el vestido que hemos escogido. Y además de cómodo, es tendencia.
Su vestido azul eléctrico a medida de MaYo me gusta muchísimo y creo que los complementos nude que ha escogido no le pueden ir mejor. El canotier con cinta de raso y flor es la clave que sube el look.
PD: Para los curiosos, la boda se celebró en El Antiguo Convento de Boadilla del Monte.