Es obvio, que al pensar en la manicura para bodas empezamos a preguntarnos por el color, pero antes de pensar en el color que utilizaremos o los adornos que les pondremos, debemos seguir una rutina de cuidado durante, al menos, dos semanas. Aplicar una crema hidratante por la mañana y por la noche (que es cuando más se regenera la piel) y, sobre todo, no mordernos las uñas ni las pielecitas son los básicos que hay que llevar a cabo.
Una linda manicura para bodas debe caracterizarse por que las uñas queden naturales y acordes con una misma, siguiendo nuestro propio estilo. Éstas no deben ser demasiado largas y es aconsejable elegir la forma redondeada a la cuadrada.
Los colores más utilizados son los claros, los pastel y los porcelana. A éstos podemos añadir colores más llamativos si nuestro vestido lleva algún adorno en color (por ejemplo, si lleva un lazo rojo podemos pintarnos las uñas de éste mismo color).
La reina por excelencia entre las novias es la manicura francesa, que consiste en una base de color rosa o porcelana con una franja blanca en la parte exterior. Las más atrevidas pueden adornarlas con un dibujo o un brillante (no conviene decorar todas las uñas ya que quedaría demasiado sobre cargado, con dos o tres es suficiente).
Si vas a llevar sandalias o zapatos con los dedos descubiertos, ¡no olvides la pedicura!
Y tú, ¿qué color prefieres para las uñas en tu boda?, ¿te atreverías con un color chillón o eres más clásica?, ¿qué opinas de los adornos: son elegantes o quedan cargantes?