Aunque lo más común sea celebrar un enlace nupcial en primavera o verano, lo cierto es que una boda en invierno puede tener mucho encanto y ser realmente única, además del amplio abanico de posibilidades que se nos abre al no ocurrir en una época demasiado solicitada. Tanto el vestido, como cada detalle pueden llenarse de magia con pequeños detalles, tal y como os mostramos en este reportaje.
Look nupcial
Ya que las temperaturas serán bajas, lo más idóneo es decantarse por un vestido de manga larga, lo que nos permite jugar con transparencias, encaje y diferentes motivos que lo hagan realmente especial. Asimismo, podemos complementar el estilismo con abrigo de pelo, creando un contraste perfecto y de aire muy vintage.
Respecto al peinado y el maquillaje, las posibilidades son las mismas que en cualquier otra estación pero el frío, quizás, sea más permisivo a la hora de introducir puntos más subidos, como ojos ahumados o labios rojos. Por último, el ramo también puede contar con elementos fríos, como piñas secas. ¡El resultado será maravilloso!
Invitaciones y decoración
La invitación puede plasmar la época del año en la que va a tener lugar la celebración mediante motivos como copos de nieve. Aquí os dejamos un ejemplo de una simulación de pizarra que puede quedar de lo más original. Igualmente, cada detalle puede ser de aire rústico, a fin que deje ver ese toque invernal propio de los colores tierra. Por ejemplo, para llevar los anillos, podemos crear un cojín con ramitas o hiervas secas.
Para numerar las mesas, nada mejor que aprovechar tarros de cristal, pintarlos, colgar un pedazo de madera con el número e introducir en ellos flores como centro de mesa. También podemos decorar algunas paredes con guirnaldas con formas de copo de nieve para ambientar cualquier rincón.
Imágenes: Berta Bridal, Etsy: MGDezigns/Emsdesertrose/BeachBlues/ Ericacavanagh/ ArtsDelight