-NO AL BLANCO. Por muy de moda que lo quisiera poner Pippa Middleton, ¿qué necesidad de competir con la novia, la protagonista del evento? Mejor tacharlo de la lista y dejarlo para las hermanas de princesas.
-NO A LOS PEINADOS ROCOCÓS. Ir a la peluquería está muy bien, pero esos moños, llenos de bucles, con flequillo... digamos que no son muy favorecedores, ¡para nadie!
-NO A SALTARSE EL PROTOCOLO PORQUE ES COOL. Si la boda es de mañana se va de corto y se puede llevar tocado. Si la boda es de noche, se puede ir de corto y de largo, y no se llevan complementos en la cabeza.
-NO VAS A UNA DISCOTECA. Los vestidos muy cortos, muy ajustados o con muchas transparencias son más apropiados para darlo todo una noche de verano pero no en una ceremonia.
-NO LIARLA EN LA PREBODA. El día de antes todo es alegría y alboroto, emoción, amor, vino, copas... pero al día siguiente toca madrugar y tener buen cuerpo para disfrutar del verdadero sarao.
-NO LLEGAR TARDE. Es importantísimo ser puntual. ¿Os imagináis que llega la novia y la Iglesia está vacía?
-NO AL DISCURSO BOCHORNOSO. No es el día de recordar las peores juergas, los novios anteriores o intentar ponerle un toque picante al asunto. Palabras bonitas, con un toque divertido y escueto. No es necesario aburrir al personal.
-NO TE LANCES A POR EL RAMO. No significa necesariamente que por cogerlo vayas a ser la próxima en dar el Sí Quiero. Simplemente posa para la foto sin estropear los peinados de tus amigas para cogerlo la primera. NOTA: Esto es aplicable al soltero guapo de la boda.
-NO CRITICAR. Una gran afición española. Si no te gusta el vestido, la comida está un poco fría o la música te aburre... te aguantas. Queda feo y las paredes oyen.
¿Qué otros consejos daríais a las invitadas de una boda?