No vayas de estrella. Aunque estés acostumbrad@ a ser el centro de atención allí dónde vas, este día TÚ NO ERES LA ESTRELLA. Deja que los novios luzcan con luz propia, y trata de no llamar la atención. Es su día.
Relacionado con el anterior, pero ciñéndonos al vestuario, si la ceremonia es religiosa, intenta no entrar al templo con los hombros descubiertos o un gran escote. Cúbrete con un chal, que ya habrá tiempo de lucirse durante el baile.
No seas inoportuno. Si necesitas algo, hay algo que no te gusta, o crees que algo no está bien, habla con los padrinos, los herman@s de los novios, o alguien de confianza, pero no le vayas con esas cosas a los novios. Acércate a felicitarles, hablarles de lo mucho que te está gustando y de las cosas que te gustan, no de las que no.
Confirmad vuestra asistencia tan pronto como sea posible, para que los novios puedan organizarlo todo con suficiente antelación. Y si por cualquier motivo no podéis asistir, avisad, aunque sea en el último momento.
Peticiones especiales, antes del día D. Si necesitas algún plato especial, con poca sal, sin azúcar, sin glutén, sin lactosa… lo que sea, coméntaselo a los novios antes de la boda, por ejemplo cuando te den la invitación, y recuérdaselo una semana antes. No lo dejes para el último momento.
Esperad a la novia dentro de la iglesia. Aunque todo el mundo esté desando verla, es mucho más bonito si todo el mundo está dentro de la iglesia, y la novia y el padrino pueden entrar “tranquilamente” mientras suena la música.
El regalo a la pareja va a depender de muchas cosas, pero tratad de que sea al menos acorde con el precio del cubierto.
Si un plato no está a tu gusto, o el vino no es tu favorito, llama al camarero o al maitre, e indícale con discreción como quieres el plato, o que vino te gustaría, de los que tengan en la bodega. Probablemente el propio restaurante correrá con el gasto, a cambio de dar un mejor servicio. Siempre y cuando no te bebas 12 botellas de Vega Sicilia.
Sed puntuales. Ese día la única que tiene permiso para llegar tarde es la novia.
Dejad de lado los enfados y las diferencias. Si finalmente has decidido ir, no es día para malas caras y desplantes. Si no vas a estar a gusto, no vayas. Si vas, ve a pasarlo bien y a disfrutar con tu familia y amigos.
¿Qué otros Consejos para invitados de boda se te ocurren?
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