Madre mía, la boda CdB que os traigo hoy me ENCANTA. Y me encanta por varias razones: la primera es porque es una boda muy completa a la vez que realmente preciosa en cuanto a decoración y la segunda por sus protagonistas, por Shirley y por Unai, dos maravillosas personas que afortunadamente se cruzaron en nuestras vidas, tanto personal como profesionalmente.
Desde el primer momento que conocí a Shirley tuvimos una conexión especial. Tengo que reconocer que hay novias con las cuales la relación pasa a ser mas que profesional, muchísimo más….y Shirley fue una de ellas.
Esta pequeña francesita tenía el don de la oportunidad y me pillaba en la ducha todas las mañanas cada vez que me escribía un Whatsapp….jajajajaja. Me escribía todas las mañanas a las 8 de la mañana y me pillaba siempre en la misma ocupación.
Shirley es una persona diferente al resto. ¡Imagináos qué novia estaría a una semana de su boda sin ramo!.Pues esta misma…jajajajaja
Siempre quedo con mis chicas una semana antes de la boda y en esta reunión mi francesita me enseño el “ramo” que ella misma hizo con una mirada en los ojos que decÍa….SOCORRO!!!!!
Mi reacción fue hablar con Blanca Blanco, la “ARTISTA”, que en una semana le preparó el ramo, los prendidos de Unai y del padrino y varios alfileres para regalar a familiares y amigos allegados. Como os lo cuento: a una semana de la boda mi amiga estaba sin ramo….
Con Shirley todo fue muy fácil. Con Unai vigilando el presupuesto…también…jajajaja. Lo que luché por ponerla los sillones….Y es que cuando hablo con mis novias siempre las digo lo mismo cuando hablamos de decoración; con nuestra experiencia de 40 bodas sabemos perfectamente qué es lo que funciona y lo que no funciona en una boda, lo que gusta a los invitados, lo que aburre, lo que cansa y lo que aborrecen….Si quieren triunfar en su boda, sólo tienen que dejarse llevar por nosotras y tendrán el éxito asegurado.
Shirley tenía clarísimo que los colores para su boda tenían que ser el naranja y el fucsia, colores como ella, divertidos y con fuerza.
Ellos también quisieron contar con nosotras para la coordinación de su boda, lo que hizo que todo saliera realmente perfecto y disfrutara de su boda, tanto ellos como sus familiares ya que nosotras estuvimos pendientes de absolutamente todo, un servicio que consideramos que hace que los novios disfruten su boda mucho más. Y más en una boda trilingë: inglés, francés y castellano.
Bueno pues empecemos ya, como siempre, con el testimonio de Shirley:
Sí…después de tantos meses de preparación, el momento ya había llegado, bien agarrada al brazo de mi hermano entraba en la iglesia?
A cada paso mi vista se hacía más turbia, tantas miradas a mi alrededor, el mareo del momento? y por fin, llegar al altar.
Es en este momento preciso que vi sus ojos rojos y que estaba llorando tanto como yo?sí en este momento antes de ver a mi futuro marido, mi mirada se cruzó con la de Mónica.
Su cara enrojecida por las lágrimas lo decía todo?.Ella y Nuria son mucho más que dos profesionales incansables y tremendísimamente talentosas, también se han convertido en amigas.
Chicas, os queremos agradecer por vuestra ayuda de cada momento, por vuestras ideas tan acertadas y por este toque de locura auténtica que hizo de nuestra boda lo que justo soñábamos.
Nuestra boda no tiene nada que envidiar a las bodas de ensueños de las blogueras estadounidenses?
Cada rincón estaba perfectamente en su sitio y no tuvimos que preocuparnos por nada gracias a vuestro apoyo como Wedding Planners.
Nuestros familiares y amigos, un mes después de la boda, siguen alucinados con la decoración y los miles de detallitos que ilustraron nuestro día. Y nosotros seguimos en nuestra nube.
Gracias Colorines, de vuestros primeros novios franco-españoles
Unai y Shirley
PD de Unai: Mónica, me duele reconocerlo pero el rincón de los sillones quedó de maravilla! Gracias!
Empezamos con las fotos.
Shirley y Unai llevaron un coche muy especial, acorde con los colores que eligieron para su boda: un Seiscientos de color naranja que nos encargamos de decorar.
Unos pompones de color fucsia colgando del coche y una chapa con sus nombres y la fecha de la boda hicieron que quedara así de chulo!!!!
Shirley y Unai se casaron en una ceremonia religiosa. No es muy frecuente que nosotras nos encarguemos de la decoración de la iglesia debido a que en muchas no nos dejan entrar. Pero no porque seamos la reencarnación del mismísimo diablo…..jajajaja, es porque no entramos ni nosotras ni nadie por las frecuentes políticas de “no fotógrafos” o “no decoración”. El párroco un cielo, nos dejó hacer y deshacer y se ofreció a todo el hombre. Majísimo.
Una vez que llegamos a la finca preparamos como siempre uno de nuestros rincones de bienvenida. El otro día os hablamos de estos rincones en este post. Esta vez, nuestra pizarra con muchiiiisiiimas botellas con diferentes tipos de flores.
Junto al rincón de bienvenida colocamos el rincón de los regalos. Regalos para chicos y chicas que montamos así de rebonitos.
Como habéis visto en las palabras que nos envío Shirley, el rincón de los sillones fue una de las cosas que tuve que “pelear” con Unai hasta el final, pero como siempre os decimos sabemos qué es lo que funciona y no funciona en las bodas y si hay algo que encante y triunfe son nuestros sillones ambientados con nuestro atrezzo…
Igual que con nuestra “pequeña sala de estar”, hicimos un libro de firmas realmente chulo.
Shirley, como os dijimos, es de París y Unai Madrileño, así que se nos ocurrió preparar un libro de firmas con postales vintage de París y Madrid que los invitados fueron dedicando a los novios.
Y para esta boda tan, tan, tan chula, preparamos un Photobooth especial.
En esta ocasión nos pidieron un Photobooth hecho con banderitas, así que una vez mas pusimos a nuestra “Many Manitas” particular, es decir Nuria Colorín, a hacer mogollón de banderitas que colocamos así….
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Para una boda Franco-Española quisimos hacer un seating muy especial, otro de nuestros seating-plan interactivos.
Para ello, Shirley dibujó 12 monumentos de Madrid (correspondientes a las mesas ”españolas” y 12 de París (para las mesas “francesas”) que fueron plasmados en las chapas por Studio Cuatro. Estas chapas se convirtieron en el regalo perfecto para los invitados.
Y como detalle inigualable en el cóctel y perfecto como cartel indicativo para ver qué comemos, nuestra ventana.
Y si había un rincón muy especial en esta boda fue el columpio y la decoración justa y precisa que lo puso así de bonito.
Ya sabiendo qué mesa les había correspondido según el biombo con las chapas, en la carpa tenían que buscar el cartel de su chapa (chapa de la Puerta de Alcalá en el seating-plan corresponde con Puerta de Alcalá en el centro de mesa). Dentro, se encontraban con unos centros de mesa en los que intentamos representar una faceta que a Shirley y a Unai les encanta: los viajes. Para ello, maletas, fotografías, bolas del mundo y, cómo no, flores, que hicieron que pudiéramos tener estos centros tan chulos.
Y para dar un toque más especial, si cabe, unas etiquetas personalizadas en cada servilleta y una de nuestras mariposas en la copa de cava. Y para los niños, nuestras maquinitas de chicles.
Esta fue la boda de Shirley y Unai, dos personas muy especiales para mí que siempre, siempre, tendrán un hueco en nuestras vidas.
Gracias chicos por confiarnos vuestro día, por reirnos tanto juntas y por hacer que esta profesión, con personas como vosotros, sea muy pero que muy especial.
Fotografía: Santiago Bargueño Fotografo
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