Ya estoy aquí.
¡He vuelto!
Al blog y al trabajo, a la rutina, a la monotonía... cuesta arrancar y aunque os confieso que no me gusta mucho el día a día, con los años lo voy agradeciendo porque me ayuda a ordenar un poco mi vida. Será que me hago mayor...
Aún así no soy de esas personas que vuelven radicalmente a la realidad después de las vacaciones. Los primeros días intento no renunciar a todos los placeres de los que disfruto durante los días de desconexión. Así pienso que es más fácil volver a habituarse a horarios y obligaciones.
Este año, como ya habreis podido observar en las RRSS, no he tenido la suerte de viajar fuera de España pero estoy contenta porque he descubierto lugares maravillosos que no conocía y que no tienen nada que envidiar a otras ciudades del mundo. Os lo explicaré más adelante en otro post.
Así que hoy, para no volver radicalmente a la rutina, no os voy a hablar de bodas sino que quiero enseñaros un precioso rinconcito en mi ciudad. Me hubiese gustado enseñaroslo antes de irme de vacaciones pero, la verdad, es que entre unas cosas y otras no tuve tiempo de publicar este post.
Como la mayoría ya habréis intuido por las fotos que cuelgo en mi instagram, vivo en una ciudad de los alrededores de Barcelona (en la periferia, que le dicen). Aún así tengo la suerte de visitar Barcelona cada día porque trabajo en la ciudad condal y, digo suerte, porque pese al ritmo frenético de la ciudad, ¡me encanta esta ciudad!
Barcelona se ha ganado la resputación de ser la ciudad más cosmopolita, vanguardista y moderna de España pero a mi, personalmente, una de las cosas que más me gustan es que está repleta de historia. Me encantan las iglesias románicas y la arquitectura y arte moderno de artistas como Dalí, Gaudí, Miró y Picasso.
Hace poquito descubrí uno de los espacios más bonitos desde dónde contemplar una de las mejores perspectivas de la ciudad y hoy os lo quiero mostrar.
Se trata de Los búnkers del Carmel, un mirador que, hasta hace poco, no era muy conocido por la gente.
En este mirador se encuentran los restos de una batería antiaérea de la Guerra Civil española. Esta situado en la cima del Turó de la Rovira, en el barrio del Carmel.
El pasado de los Bunkers del Turó de la Rovira
Este espacio está repleto de historia. Allí se encuentran unos bunkers, utilizados como batería antiaérea, que se construyeron durante el transcurso de la Guerra Civil con el objetivo de defender la ciudad de los bombardeos que la sacudieron. Una vez finalizada la guerra, y con el paso de los años, las inmediaciones fueron aprovechadas para construir varias barracas, que acabaron formando el conocido barrio de los Canons y que estuvieron allí hasta la década de los 90.
Vista panorámica de la Ciudad de Barcelona
Volviendo al presente, después de hacer la subida hasta donde se encuentran los restos (no muy accesibles debido a la ausencia de escaleras) pudimos ver la auténtica belleza de este lugar. Toda la ciudad a nuestros pies.
Desde allí podréis contemplar edificios y lugares tan emblemáticos como la Sagrada Familia, Hotel W Barcelona, el mar, la Torre Agbar, la Torre Maphre y el Hotel Arts, el castillo y la montaña de Montjuïc... Es increíble lo pequeñas que se ven las calles por donde suelo ir día a día caminando. Contemplarlo te hace sentir muy chiquitito y te hace darte cuenta de que nos movemos tan deprisa que, a veces, va bien detenerse un poco y ver las cosas con perspectiva.
Nosotros visitamos el mirador por la mañana pero os recomiendo que lo hagáis a media tarde, especialmente, en verano ya que no hay lugares sombríos y, además, así podréis ver el atardecer sobre Barcelona con unas vistas de 360º de la ciudad.
¿A qué es un lugar precioso? Si visitáis Barcelona o residís en la ciudad, y no lo habéis visitado aún, tenéis que hacerlo. Es una visita obligatoria.
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