El "handmade" es más que una moda
"Do it yourself" y "handmade" son expresiones de una tendencia en ambientación. La Desmesurada no es un espacio para el revisionismo histórico o para el análisis estético, sin embargo, me tomo algunos párrafos de libertad para la reflexión. Una mirada superficial a la industria de la moda y afines revela inmediatamente un "movimiento pendular" en lo que a gustos y tendencias refiere. Es tan simple como decir que todo vuelve y que ya no debería sorprenderme ver a mis alumnas vistiendo prendas que yo misma recuerdo haber usado en la niñez. Hace un par de años volvieron a usarse los jeans "nevados" y los "calentadores", ambos horrores estéticos importados de la más apocalíptica visión ochentera. Yo misma usé pantalones oxford como mi madre y los visos de mi abuela a plena luz del día. Por favor, no hagan preguntas al respecto: era joven, supongo. La moda, como la naturaleza, es cíclica. Se re-significa a sí misma en un esfuerzo de adaptación al consumo. El refrán "no hay nada nuevo bajo el sol" expresa una vez más la sabiduría popular. En este ir y venir de las tendencias, estamos viviendo el regreso de las labores manuales. Saturados de tecnología pero sin resignarnos a vivir prescindiendo de ella, comenzamos a mirar "lo artesanal" con otros ojos. No sé cuál será el estatuto de la artesanía en otros países. En el mío, hasta hace poco tiempo, decir "artesanal" era sinónimo de mala calidad y dudoso "buen gusto" -con todo lo discutible que este concepto puede ser. Incluso existía y existe el prejuicio sobre el valor -y el precio- de los trabajos hechos a mano y personalmente escuché más de una vez: ¿Cómo puede ser tan caro si está hecho a mano?
En el proceso de revalorización de los objetos hechos a mano y reciclados, intervino un cambio de lenguaje. Sí, me brota la profesora que no puede dejar de observar que desde que lo "artesanal" se denomina "handmade" tiene mejor publicidad en el grueso de un público que vive bajo la influencia de los medios de comunicación. El inglés es el idioma del marketing. Por este motivo, hoy es más fácil que hace cinco años, encontrarse con mujeres que decoran su casa con objetos hechos por ellas mismas, valorando su imperfección como parte del aura de encanto que poseen. O se inclinan por ambientar un momento tan especial como su boda con esa simplicidad artesanal impensable para generaciones anteriores.
Quiero creer que este cambio llegó para quedarse aunque la historia del arte demuestre lo contrario.
Quiero creer que cada vez somos más personas las que apostamos a desnudar la estética de artificios y que encontramos belleza en la simplicidad de las líneas.
Quiero creer que un frasco de mermelada puede ser el mejor florero para tus centros de mesa.
Y quiero que me creas que detrás de esta propuesta hay más que un afán comercial que se deja llevar para donde sopla el viento. El tan mentado "handmade", el "hecho a mano" -como reza la descripción de mi blog- es una forma de entender la estética. No quiero ponerme profunda pero para quien escribe, la ética también.
Colgar chirimbolos.
Mi no-marido es un académico. Un hombre de letras que no engaña a nadie con sus devaneos de homo-faber, pasando membrana en los techos y cortando el césped: lo suyo es el mundo de las ideas. Para él, lo que hago actualmente es "colgar chirimbolos", expresión con la cual sintetizó un siglo de prejuicios respecto al trabajo hecho a mano y a la decoración en tanto actividad profesional. Creo que se arrepintió mientras lo decía y aunque no hice ningún escándalo, se lo recuerdo con rencorosa asiduidad. Eso es lo que hacen la buenas no-esposas ¿no?. No te confundas, no hablo de no escandalizar, hablo de recordar rencorosamente...A pesar de la formulación prejuiciosa, en definitiva, colgar chirimbolos artesanales le dio vida a este blog. Y probablemente al tuyo. Por eso, para que este fin de semana sea más frugal y artesanal que nunca, comparto mis chirimbolos hechos a mano para el casamiento de A&B.
Tres DIY para tu boda.
El viernes pasado te mostré los centros de mesa DIY de este casamiento. Y el lunes, luego de un fin de semana agotador no pude evitar escribir la reflexión sobre emprender DIY. Hoy llego más liviana...Supongo que te salteaste la lectura de la introducción e hiciste bien, porque lo que quiero mostrarte realmente son tres detalles para decorar "handmade".
Aunque ya habrás observado en las primeras imágenes de esta entrada los arreglos florales improvisados en frascos de mermelada y los almohadones pintados a mano, el primero de los detalles DIY para boda que destaco es un infalible de la decoración hecha a mano: la guirnalda de blondas. Es tan simple como linda. Y si la acompañas con pompones de papel que podés hacer vos misma, doblemente linda y frugal. Si tenés la suerte de contar con un espacio natural privilegiado como el de las fotografías, el contraste con la madera rústica y el verde del jardín es un placer estético en sí mismo.
Otro detalle que podés hacer a mano es el viejo y querido "cotillón", actualmente transformado en apliques para photo-booth. Con moldes simples que podés personalizar a tu gusto o recurriendo a estos imprimibles gratuitos y mucha paciencia para recortar y pegar, tu cotillón va a tener otra onda. Eso sí, te hago una amable sugerencia: empezá con tiempo. Las "cosas chiquitas" -esas que siempre quedan para el final- son las que más te complican la vida.
Finalmente, te enseño la cortina de luces más DIY que te puedas imaginar, realizada con guías de luces navideñas y mucho ingenio. No me canso de repetir que adoro las luces de navidad. Las uso todo el año, improvisé una lámpara express con ellas, hice guirnaldas híper-simples, las uso sobre los espejos y en cualquier momento convierto mi dormitorio en una noche estrellada.
Si algo lamento en este momento, es no tener imágenes de la cortina de luces durante la fiesta...supongo que llegarán a su debido tiempo, cuando los novios me envíen sus propias fotos.
Por hoy, más controlada de palabras que en post anteriores, me uno a la fiesta de Marce y a las baldosas amarillas con tres detalles DIY muy simples para una boda, te deseo un feliz fin de semana; frugal, creativo y si es posible, colgando chirimbolos.
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