He de confesar algo. Me he mordido las uñas desde que tengo uso de razón. He probado todo tipo de potingues amargos de farmacia, clavarlas en una pastilla de jabón…y nada dio resultado. Bueno, una cosa sí, la paciencia del WP consorte cada vez que me ve llevarme la mano a la boca.
Por eso, tras mucho sufrir, he conseguido tener unas manos más “presentables” e incluso ¡¡me he animado a pintarme las uñas de color rojo!!.
Se que puede parecer poca cosa, e incluso podréis pensar que “de qué va esta tía que se pone a contarnos sus hazañas por aquí”, pero todo está relacionado.
Al conseguir este “pequeño-gran reto” para mí, me puse a pensar cómo me gustaría llevar las uñas en mi boda. Y la única conclusión a la que llegué es que detesto la manicura francesa clásica y los colores que podríamos considerar como “clásicos” (rosas, nudes…).
Las manos de una novia, aunque no lo parezca, tienen que estar perfectamente cuidadas. Van a ser el centro de atención en el intercambio de anillos, las fotografías que hagan del ramo, el momento de las firmas e incluso, durante un brindis. Saldrán en muchas de las fotografías y seguro que no queréis que se vean unas manos estropeadas.
Así que, si no sois muy clásicas o queréis dar un toque divertido a vuestro look, podéis optar por una manicura con mucho color.
Y, si la manicura frances os gusta, podéis modernizarla..
Pero sin duda, el mejor complemento para una manicura perfecta será vuestro anillo de pedida…
Besos,
Imágenes: bodaclick,Brooke Courtney,Bridalmusings.com,Pinterest.