Tus besos le pertenecen a ella
a mí ya no, ya no más.
Tus labios pronuncian un nombre
que no es el mío.
Tu corazón palpita al escuchar su voz,
la mía ya no.
Tu alma camina junto a ella,
mi camino está desierto
y aunque te busco no te encuentro.
En tus pensamientos
están sus recuerdos
los míos se los llevó el viento.
Cómo hacer para olvidar lo inolvidable,
si estás tatuado en mi piel,
si cada lágrima refleja tus ojos,
si en el aire que llega, te respiro,
si es por ti que vivo.
Qué fácil te ha resultado olvidar
que poco te duele perderme,
pero yo te amo con el alma
y el alma nunca muere,
y por eso te amaré siempre.
Tú. Siempre tú.
En mis sueños... Tú.
En mis recuerdos... Tú.
En mis pensamientos... Tú.
Tú. Siempre tú.
Cuando respiro... Tú.
Cuando camino... Tú.
Cuando miro... Tú.
Tú. Siempre tú.
Si amanace... Tú.
Si la lluvia vuelve... Tú.
Si el vacío crece... Tú.
Tú. Siempre tú.
Me llenas el alma.
Me cortas las alas.
Me dejas sin nada.
Tú. Siempre tú.
Con tu olvido me matas.
Tú. Siempre tú.
Ya no me amas...
Ya no me amas.
Qué duro resulta a veces pasar página. Qué difícil aceptar que el amor se ha terminado y que ya no hay vuelta atrás. Sabes que la vida sigue y que hay que mirar hacia delante y nunca hacia atrás, pero cuesta. Una persona que un día lo fue todo y hoy apenas es nada. De repente es sólo un extraño. Es una sensación rara. Cuesta asimilarlo sobre todo cuando hay terceras personas por medio. Eso lo hace aún más complicado. Estoy de acuerdo con esa sentencia que dice que el tiempo todo lo cura, porque a mí personalmente, no me quedó ni una sola cicatriz. Hasta nuestra próxima cita.