Una de las partes más complicadas en la organización de una boda es, probablemente, la de colocar a los invitados en las mesas. Es un rompecabezas en el que, o todas encajan a la perfección, o los invitados pueden pasar un mal rato.
Por eso, una de las opciones que se han puesto de moda estos últimos años son las “mesas corridas” o “mesas imperiales”. Aunque puede parece algo anticuado, son una solución perfecta para las bodas íntimas, en las que todos los invitados pueden estar con los novios. Además, aunque parezca mentira, tienen muchas más opciones decorativas que las mesas redondas, ya que los caminos de mesa, o guirnaldas suelen quedar mejor en esta disposición. También son una opción para acomodar a más personas en un menor espacio.
También debéis tener en cuenta que, si lo queréis celebrar en un hotel o restaurante, es muy probable que únicamente tengan mesas redondas.
Eso sí, como no sólo nos gusta contar las cosas buenas, he de decir que el principal inconveniente que les veo es que, a los que les toque estar en los extremos se les limita un poco la participación. Además, puede haber un cierto caos cuando los invitados vayan a sentarse (sobre todo si son muchos). Ya sabéis, la tía que guarda sitio para todos sus hijos a su alrededor o alguna silla que se queda vacía en el centro de la mesa…
¿Todavía tenéis dudas sobre este tipo de mesas?
¿Qué os han parecido?
Besos,
Imágenes: italianweddingplanner.net,Suzanne Morel,Celebracionesalianzza,Thestyleco.com.au