Alex quería sorprender a Grethel en su viaje a Tenerife con algo que nunca van a poder olvidar.Nos pidió encontrar un lugar rodeado de montañas y mar y que mejor que los acantilados de los gigantes para una pedida de mano de lo más épica.
La contraseña era que yo me hiciera pasar por un turista haciendo fotos de los preciosos acantilados. Cuando ellos llegaran Alex me pediría hacer una foto con sus movil y yo me ofrecería a usar mi cámara reflex para ese momento. El plan funcionó a la perfección, y Gretherl no llego a darse cuenta de que estaba ocurriendo hasta que Alex puso la rodilla en el suelo y pronunció la pregunta.
Por supuesto ella dijo «si quiero»